Liturgia viva del Lunes de la IV Semana del Tiempo Ordinario
PUEBLO EN NECESIDAD
Introducción
El autor de Hebreos alaba la fe de grandes hombres y mujeres del Antiguo Testamento: Reyes y otros líderes, profetas, mártires. Aun cuando no conocían todavía a Cristo, tuvieron gran fe.
Evangelio. En su primer viaje a un país pagano, Jesús cura a un hombre poseído por el demonio. Los especialistas bíblicos aceptan generalmente el fundamento histórico de este extraño incidente, a saber, que Jesús se compadeció de un hombre enfermo y reveló su poder divino a los paganos. El resto sería un “midrash”, una especie de libre comentario, teológico-alegórico, al estilo rabínico, ya que los judíos tenían muy baja opinión de los paganos. Éstos eran esclavos de los demonios, vivían en lugares impuros de la muerte, como tumbas, y eran no mucho mejor que los cerdos. De todos modos, a Jesús las fronteras no le limitan y alcanza a esa gente más alejada, pero ellos no lo aceptan. Sólo el hombre curado muestra fe en Jesús.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Por medio de tu Hijo Jesucristo
mostraste tu amor,
sensible incluso hacia la gente más lastimosa.
Suscita también entre nosotros
hermanos que se preocupen por los demás;
y que nuestros propios gestos y palabras
reflejen siempre el amor sin fronteras
de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
- Por los muchos hombres y mujeres que en nuestro mundo, tantas veces cruel, están todavía sufriendo de discriminación, y son tratados como marginados, proscritos o en todas partes indeseados, roguemos al Señor.
- Por todos nosotros, para que nunca percibamos los sentimientos de compasión como una debilidad o como algo que hay que ocultar, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Te presentamos sobre el altar
este pan y este vino
para participar en la acción de gracias de tu Hijo.
Con él y por él te alabamos por tu Alianza de amor
y te pedimos con toda humildad
que recordemos siempre
que los hermanos que nos rodean
te pertenecen tanto o más que nosotros,
a causa de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tú nos han enseñado hoy
que es mejor perdonar que castigar,
mejor ayudar que sólo proferir palabras de compasión.
Ayúdanos a tener hacia nuestro prójimo,
aun cuando no sea apreciado,
la actitud compasiva y edificante
de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Al hombre curado, Jesús le dijo: “Vete a casa, a tus amigos, y diles cuánto ha hecho el Señor por ti”. También nosotros digamos a nuestros amigos cuánto ha hecho el Señor por nosotros.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.