Liturgia Viva del Lunes de la XIII Semana del Tiempo Ordinario
TE SEGUIRÉ A DONDE QUIERA QUE VAYAS
Primera Lectura
Amós increpa al pueblo de Dios porque no ha respondido a la Alianza de amor del mismo Dios. No solamente tendrían que haber respondido a Dios, sino también haberlo mostrado a su prójimo.
Evangelio.
“Dejen que los muertos entierren a sus muertos”. Aunque implicando una renuncia total, al estilo de los rabinos judíos, Jesús acentúa más el realizar un nuevo comienzo, desarraigándose del pasado y rompiendo con él. Por ejemplo: no permaneciendo en casa hasta que el padre muera, y aceptando la inseguridad de seguir a Jesús y vivir la fe sinceramente, con firmeza y entusiasmo. ¿Nos mostramos firmes y consistentes? ¿Somos radicales en el sentido exigido por Jesús?
Colecta
Señor Dios nuestro: Nosotros tenemos parte en los pecados del mundo, en las injusticias y en la falta de amor, tantas veces por nuestro silencio y cobardía. Haznos conscientes de que tú también nos llamas a elevar este mundo por encima de sí mismo proclamándole la Buena Nueva de tu Hijo Jesucristo. Y para hacer creíble este mensaje de esperanza ayúdanos a vivirlo consistentemente, para que la gente se percate de que tú eres nuestro Dios de justicia, amor y paz, ahora y por los siglos de los siglos.
Intenciones
Señor, queremos seguirte, pero ¿tenemos que renunciar realmente a nuestros seres más queridos? Danos valor y fortaleza. Oremos.
Señor, nos acordamos también de los que te siguen por el camino de la cruz: los enfermos, los discapacitados, los afligidos y los que sufren en cualquier forma. Dales valor y fortaleza. Oremos.
Señor, tú conoces por experiencia cuánto cuesta a una persona responder cabalmente a tu llamada. Danos valor y fortaleza y sé tú nuestro guía. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro: Por estos signos de pan y vino recordamos que tu Hijo nos ha llamado a hacer un nuevo comienzo con él. Danos la fuerza para ir con él hasta el fin en el camino de la vida. Que nos unamos a él en la ofrenda de sí mismo no solo con palabras, aquí en la eucaristía, sino sobre todo con obras en la vida real de cada día, para que un día podamos vivir con él para siempre, por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro: Te damos gracias por Jesús y por el mensaje de su Evangelio. Aparta de nosotros el miedo de tener que estar disponibles para ti y para nuestro prójimo, como Jesús nos exige en su mismo evangelio. Danos el valor de ser suficientemente radicales para comprometernos a servir, de tal forma que seamos así verdaderos discípulos de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
“Sígueme”, dice Jesús. Tenemos que dejar atrás todo lo que no esté en conformidad con su mensaje. Esto se aplica no solo a religiosos, sacerdotes y misioneros, sino a todos los cristianos.. Tenemos que entender y aceptar que el evangelio es radical y nos pide a veces tomar decisiones que sobrepasan los lazos familiares y todo lo que nos es tan querido. Que Dios les dé a ustedes este coraje y valor, y que abundantemente les bendiga, el Padre, y el Hijo, y el Espíritu Santo.