Liturgia Viva – Lunes de la XVI Semana del Tiempo Ordinario
FE Y SIGNOS
Introducción
Primera Lectura. Tan pronto como su fe les plantea exigencias, tan pronto como dejan de ver claro, los hebreos se quejan; y preferirían la antigua esclavitud en Egipto antes que la difícil marcha hacia la libertad, a través del duro desierto. No confían todavía en Dios. Quieren señales prodigiosas del poder de Dios. .
Evangelio. En el evangelio de hoy los escribas y fariseos piden señales prodigiosas. Los hebreos no lograron ver la señal de Dios en el hecho de que él, de forma discreta pero eficaz, les había llevado a la libertad y les había constituido como pueblo. Los escribas no logran reconocer a Dios en el mensaje y la persona de Jesús, en su servicio, su lealtad y su amor. Dios no es un Dios de publicidad. Su presencia es discreta. El auténtico signo o señal de Jonás fue que los Ninivitas creyeron en su predicación; los tres días en el vientre del cetáceo, como una referencia a los tres días de Jesús en la tumba, puede ser una adición posterior y tardía.
Colecta
Señor Dios nuestro: En tiempo de angustia y desolación nosotros también exigimos a veces signos y milagros que nos cercioren de tu presencia. Perdona nuestra presunción, y danos una fe suficientemente fuerte como para reconocerte cuando trabajas sin descanso en la naturaleza, en los acontecimientos normales de la vida y en la bondad y en el servicio de la gente. Señor, nos abandonamos confiadamente a ti por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Pidiendo por mentes y corazones abiertos, para que podamos creer en Dios y percibir su presencia y amor bondadosos en las maravillas de la naturaleza y en las buenas obras de la gente, le decimos al Señor:
R/ Escúchanos, Señor. - Pidiendo por una fe más profunda en el evangelio y en la persona de Jesús; cuando vemos cómo hay gente buena y animosa que intenta implantar en nuestro mundo la justicia, la misericordia y el amor del mismo Jesús, le decimos al Señor: R/ Escúchanos, Señor.
- Dando gracias a Dios porque nos ha dado al pueblo judío como nuestro antepasado y como gran fuente de fe, le decimos al Señor:
R/ Escúchanos, Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro: Traemos ante ti este pan y este vino mientras te pedimos: Danos ojos de fe para creer que en estos sencillos signos tu Hijo puede hacerse presente y darse a sí mismo a nosotros como quien sirve y comparte. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro: Tú has ganado nuestro amor por medio de tu Hijo Jesucristo quien murió para que nosotros tengamos vida. Por su mediación, danos también firme fe y serena fortaleza para servir a los hermanos con discreto amor. De este modo podremos ser el signo auténtico de tu presencia entre nuestros hermanos. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición Hermanos: Dios nos pregunta por qué no percibimos los signos de su presencia y de su obra entre nosotros. ¡Si solamente tuviéramos suficiente fe! Que el Señor abra nuestros ojos para verle. Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.
El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.