Liturgia Viva del Lunes de la XXI Semana del Tiempo Ordinario
¡NO FORMALISMO VACÍO!
(2 Tes 1:1-5, 11b-12; Mt 23:13-22)
Introducción
La acción de gracias introductoria de la Segunda Carta a los Tesalonicenses es muy semejante a la de la Primera. Expresa la alegría y la gratitud de Pablo por el rápido crecimiento como comunidad cristiana de la joven Iglesia de Tesalónica. Pablo alude también a los sufrimientos de la comunidad, que provienen o bien del fuerte antagonismo de la sinagoga, o bien de sus preguntas y discusiones sobre el fin del mundo, o de las dos causas a la vez.
Evangelio. Cuando nos aferramos a la letra de la ley sin preocuparnos por su espíritu, fácilmente nos convertimos en hipócritas, quizás sin darnos cuenta del todo; lo mismo cuando en el nombre de la tradición le extraemos a la ley toda vida, o peor todavía: cuando hablamos lindas palabras, pero actuamos de manera diferente. Por ejemplo, cuando hablamos de pobreza, comunidad, o diálogo, pero vivimos en gran estilo, a lo rico, o fallamos en comunicarnos cálidamente con los otros, de persona a persona. Tales contradicciones son la suerte no solo de los Escribas y Fariseos del tiempo de Jesús: Con frecuencia están también aquí con nosotros.
Oración Colecta
Oh Dios, tú eres clarividente y perspicaz
cuando miras a nuestros corazones.
No permitas que busquemos seguridad interior
en palabras, leyes y observancias,
sino en dar, en la vida de cada día,
una respuesta de amor a tu palabra retadora.
Sí, que esta palabra tuya nos cuestione día a día
para comprobar si somos fieles y verdaderos al evangelio
y a la persona de Jesucristo nuestro Señor.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
– Para que la Iglesia, en sus líderes y miembros, sea en nuestro mundo un fuerte y fiel testigo de verdad, de veracidad y de autenticidad, roguemos al Señor.
– Por los sacerdotes y religiosos, para que la pobreza y el amor de Cristo y de la gente se haga visible en ellos, y así su enseñanza llegue a ser creíble, roguemos al Señor.
– Por los políticos y por los líderes civiles, para que el honor, el dinero y el poder no sean su mayor preocupación, sino la justicia, la dignidad y la unidad de aquellos a los que deben servir con transparente honestidad, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Por este vino y este pan que te presentamos
celebramos el memorial de tu Hijo,
recordando su inquebrantable fidelidad
a su misión hacia ti y a hacia los hombres.
Que esta nuestra ofrenda ahora
no sea un mero formalismo,
sino un llamado eficaz
a entregarnos a su vida y a su evangelio,
porque él es nuestro Dios y Señor
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Nos resulta difícil ser siempre honestos
con nosotros mismos y contigo,
porque la sinceridad exige compromiso total.
Oh Dios, tú nos has animado en esta celebración
con la palabra y con el pan de la eucaristía.
No permitas que dejemos que nuestra conciencia
se adormile o se relaje con bonitas palabras
o con sólo prácticas religiosas exteriores,
sino que sepamos vivir según creemos,
para que con todas nuestras vidas
te demos gloria y alabanza a ti,
Dios y Señor nuestro
por los siglos de los siglos.
Bendición
Se nos tiene que tener lástima como cristianos, si pensamos que podemos salvarnos por medio de simples prácticas religiosas externas. Lo que nos salva, lo que nos hace hijos e hijas de Dios, es realmente nuestro amor a Dios y a nuestro prójimo, o sea, según vivimos nuestra vida de cada día bien cercanos al Señor.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.