Liturgia Viva del Lunes de la XXVIII Semana del Tiempo Ordinario. Santo Tomás de Villanueva, obispo
NACIDOS LIBRES (Año II. Gal 4, 22-24. 26-27. 31- 5,1; Lc 11, 29-32)
Introducción
Año II. En este pasaje, más bien difícil, Pablo nos habla hoy de la libertad: Hemos nacido libres como cristianos, como pueblo del Nuevo Testamento. Ahora que Cristo nos ha liberado, habríamos de procurar no ser esclavizados de nuevo jamás. Pablo mismo es un ejemplo llamativo de esta “libertad liberadora”: Se libró a sí mismo del fariseísmo y pudo incluso tomar una postura libre con respecto a otros apóstoles, cuando se trató del tema de la libertad cristiana. — ¿Somos nosotros personas libres?
Evangelio. Jesús reprende a los judíos por no creer si no vean signos espectaculares. Pero Cristo proclama que la fe consiste en confiar en la palabra y en la persona del enviado por Dios. La primitiva comunidad cristiana especificó más: la fe consiste en la confianza en Cristo resucitado. El signo preeminente es Jesucristo mismo. Creemos no por este o aquel milagro o prueba, sino porque Jesús mismo, en su persona, nos hace a Dios visible.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo permaneció persona libre incluso frente a la muerte:
No se le quitó la vida; él la entregó libremente
a ti, Padre nuestro, y a nosotros, para que fuéramos libres.
Guárdanos libres de toda esclavitud,
en cualquier forma que se presente:
primeramente libres del mal y de la esclavitud del pecado,
y también de nuestros propios temores y complejos,
de las presiones de la gente, del espíritu gregario,
para que seamos fieles al evangelio
y libres para el pueblo y para ti
Esto te lo pedimos
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por los líderes de las naciones, para que respeten y promuevan los derechos humanos y trabajen incansablemente por la justicia, el bienestar y la libertad de sus pueblos, roguemos al Señor.
- Por los oprimidos y explotados, para que no tomen su vida marginal como voluntad de Dios, sino que tomen conciencia de que ellos también están llamados a ser libres, roguemos al Señor.
- Por esta nuestra comunidad cristiana, para que no nos encerremos a nosotros mismos en pequeños calabozos de intereses personales, sino que seamos verdaderamente uno y libres en Cristo como una comunidad de servicio, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro:
Venimos ante ti a ofrecerte nuestros dones
como tus hijos e hijas libres.
Asigna a tu Hijo como nuestro guía
para que por medio de él
ganemos la lucha implacable
para conquistar nuestra libertad interior,
para que así seamos plenamente humanos
y, en verdad, hijos e hijas tuyos,
nacidos libres de nuevo,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Aunque sea bastante extraño, somos libres
cuando nos vinculamos a ti como tu pueblo.
En esta eucaristía hemos encontrado de nuevo
a tu Hijo Jesucristo.
Con él, estamos dispuestos
durante toda nuestra vida
a ser aprendices
de la libertad para servir y amar.
Que él vaya y nos lleve a nosotros por su camino
que conduce a tu tierra de libertad,
pues tú eres nuestro Dios por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Nacidos libres por el bautismo, no tendríamos que ser ya, jamás, esclavos de nadie ni de nada. Se diga lo que se diga, somos hijos e hijas del Padre, y esa es una relación de amor, y por lo tanto de libertad.
Que Dios todopoderoso les guarde libres y les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.