Liturgia Viva del Lunes de la XXX Semana del Tiempo Ordinario
SEGUIR EL CAMINO DEL AMOR
( Ef 4,32 – 5,8; Lc 13,10-17)
Introducción
La carta a los Efesios habla de las cualidades del amor como respuesta al amor que se nos ha mostrado en Cristo. Viviendo con amor también nosotros imitamos a Dios. Como cristianos, somos luz y deberíamos vivir como hijos de la luz.
Evangelio. Un ejemplo claro del amor de Jesús es precisamente el haber curado a la mujer encorvada. De nuevo los legalistas protestan porque Jesús cura a una enferma en sábado. Jesús apela a su sentido común. El sábado es un día de Dios, un día en el que recordamos la bondad de Dios y le damos gracias por su amor. ¿No es acaso el día del Señor el día más apropiado en el que podemos trasmitir el amor de Dios los unos a los otros y crearnos de nuevo los unos a los otros?
Oración Colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Venimos a ti con toda humildad
mientras reconocemos nuestros fallos
y ahora buscamos tu perdón.
Enderézanos, Señor, levántanos,
recréanos de nuevo,
y cólmanos con tu amor.
Haz que sepamos alzarnos unos a otros
y darte gracias,
Dios nuestro, vivo y misericordioso,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
– Para que los cristianos del mundo entero no sean hombres y mujeres de legalismos y observancias externas, sino personas con corazón, que hacen lo que pueden los unos por los otros porque son hijos de Dios, roguemos al Señor.
– Para que nosotros seamos amigos fiables para los marcados por el sufrimiento en cualquier forma; para que sepamos aligerar sus cargas y ayudarles a confiar en Dios y en los hombres, roguemos al Señor.
– Para que la celebración eucarística de los domingos sea para todas nuestras comunidades cristianas una fuente de gran alegría, ya que encontramos íntimamente al Señor como un manantial de fuerza a quien debemos seguir, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro:
Con estos signos de pan y vino
te ofrecemos nuestro amor
–que admira y agradece–
como don de fragancia agradable.
Líbranos de nuestras debilidades,
ayúdanos a estar firmes en tu presencia
como hijos e hijas tuyos,
que sabemos que nos amas
y que queremos comunicar ese amor
a todos los que encontremos en nuestro camino.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.
Oración después de la Comunión
Con la presencia de tu Hijo en esta eucaristía
has redoblado nuestra felicidad
y minimizado nuestras miserias.
Qué él nos dé en esta eucaristía
la alegría de compartir unos con otros
tu misma alegría y bondad.
Que estemos presentes unos a otros
como tú te haces presente a nosotros
en Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: En el día del Señor, especialmente en la Oración de los Fieles, intercedemos como mediadores por las grandes necesidades de la Iglesia, del mundo y de la gente necesitada. Es bonito rogar por estas intenciones, pero ojalá el Señor nos inspire y nos dé fuerza y creatividad para hacer algo efectivo en orden a aliviar esas necesidades, sea en el día del Señor o en cualquier otro día, con la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.