Liturgia viva del martes de la IX semana del tiempo ordinario, feria
UN NUEVO CIELO Y UNA NUEVA TIERRA MARTES
Introducción
La 2ª carta de Pedro trata del problema del retraso de la segunda venida de Cristo. El mundo viejo tiene que dar paso al nuevo cielo y a la nueva tierra. Pero para Dios no existe el concepto del tiempo, y el Dios paciente nos da tiempo para la conversión.
Evangelio.
Algunas veces se le acusa a la Iglesia de mezclarse en política y en los asuntos del Estado. Pero la Iglesia debe elevar una voz profética para formar la conciencia de los fieles con respecto a los aspectos morales de las cuestiones socio-políticas y económicas, con el fin de que las leyes de Dios y los derechos humanos y la dignidad de la gente sean respetados. Un buen cristiano debe ser buen ciudadano y debe asumir sus responsabilidades en la comunidad humana.
Colecta
Señor, Dios todopoderoso: tú diriges el mundo y toda la humanidad a su destino que se centra en ti. Dales a los líderes del mundo y a los de nuestro país una visión del futuro que sea a la vez imaginativa y realista, y respetuosa de la dignidad y de los derechos humanos. Ayúdanos a dar testimonio de los valores del evangelio en nuestra vida diaria, y a comprometernos en el trabajo de la libertad, de la justicia y de la integridad de la creación. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Intenciones
– Para que la justicia, el amor y la libertad responsable sea la base del orden social en el mundo y en nuestro país y así todos puedan vivir en paz y seguridad. Rogamos al Señor.
– Para que todos los ciudadanos tengan un fuerte sentido de responsabilidad cívica y participen activamente para alcanzar el bien común y el bienestar de todos. Rogamos al Señor.
– Para que la Iglesia en nuestro país dé testimonio a los países hermanos del Caribe del Reinado de Dios; que nuestra patria juegue un papel de honor en la familia de las naciones y contribuya eficazmente a la paz y a la unidad. Rogamos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro, te ofrecemos este pan y este vino como señal por la cual tu Hijo Jesucristo revive su entrega por nosotros. Que sean también signos de nuestra responsabilidad hacia nuestra comunidad humana, para que con tu Hijo estemos listos para dar testimonio de los valores del evangelio y de cómo pueden éstos orientar a nuestra sociedad a mayor paz, amistad y amor. Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro, estás a punto de enviarnos a nosotros, reunidos aquí en torno a tu Hijo, de vuelta a la ciudad secular para unir fuerzas con otros y, como levadura en la masa, construir la ciudad de Dios. Haznos sensibles a las necesidades de los demás y ayúdanos a dar a todos oportunidades iguales en la vida, a construir comunidades de amistad y amor, y a dar calor humano a la tierra con un toque de tu bondad. Te lo pedimos, Padre, por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
En esta eucaristía hemos dado gracias y alabanza a Dios, no solo en nuestro nombre como pueblo suyo, sino también en nombre de toda la humanidad. Que ojalá podamos cumplir nuestra tarea de imbuir a este nuestro mundo de los valores del evangelio. Y que Dios les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.