Liturgia Viva del martes de la VII Semana de Pascua
LLEVANDO A CABO LA PROPIA MISIÓN
(Hch 20,17-27; Jn 17,1-11)
Introducción
De forma asombrosamente paralela, en las lecturas de hoy tanto Pablo como Cristo hablan de la misión que han llevado a cabo -Cristo con certeza absoluta; Pablo, conociendo sus limitaciones, al máximo de sus posibilidades. Pablo sabe que le esperan pruebas y tribulaciones, pero movido por el Espíritu Santo que guió su vida, seguirá adelante, incluso cuando no sepa lo que le espera. — Jesús dio lo mejor de sí para que el Padre sea conocido por todos. Él ruega para que todos sean uno.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesucristo llevó a cabo
la misión que le habías encomendado,
sin miedo y con toda fidelidad a ti.
Señor, danos un poco
de su sentido de misión.
Danos la fuerza del Espíritu
para proclamar tu palabra tal cual es,
viva y exigente, sin componendas,
y sin cesiones a los sentimientos caprichosos
y a las modas del día.
Y que nuestras vidas sean como un libro abierto
en el que la gente pueda leer tu palabra encarnada en nosotros.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por la Iglesia, para que el Espíritu Santo le ayude a llevar a cabo, sin componendas ni vacilación, la tarea y misión de dar a conocer el nombre de Cristo al mundo de hoy, roguemos al Señor.
- Por nuestras comunidades cristianas, para que el Espíritu Santo nos ayude a guardar y a vivir el evangelio como Buena Noticia de liberación, roguemos al Señor.
- Por todos y cada uno de nosotros, para que el Espíritu Santo nos haga más conscientes de que pertenecemos a Cristo y de que Cristo nos ama profundamente, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Padre de nuestro Señor Jesucristo:
Nos sentamos ahora a la mesa de Jesús
y, por medio de él, somos uno contigo.
Haznos profundamente conscientes
de que Jesús nos ha dado a la gente que nos rodea
para que les demos a conocer tu nombre.
Ayúdanos a preocuparnos y a cuidarnos de ellos
porque te pertenecen a ti como hijos queridos,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Te pedimos hoy confiadamente
un profundo sentido de misión.
Por medio del Espíritu de tu Hijo
danos el valor para aceptar el reto
de ser responsables de nuestros hermanos.
Que tu Hijo Jesús se encuentre con ellos
por medio de nosotros
y parta con ellos el pan
de tu palabra y de tu vida .
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Con Jesús y como Pablo, ojalá podamos decir con gratitud que hemos llevado a cabo felizmente nuestra tarea en la vida, la misión que Dios nos encomendó, y que él nos perdone en lo que hayamos fallado.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.