Liturgia Viva del Martes de la XXX Semana del Tiempo Ordinario
MATRIMONIO CRISTIANO
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: Ef 5,21-33
Cada sacramento es una participación del misterio pascual de Cristo, un morir y resucitar a la nueva vida que él nos da. Así es el matrimonio. El amor auténtico en el matrimonio es un reflejo del amor de Cristo, en el que cada cónyuge vive la vida de Cristo, muere al egoísmo, resucita a un amor más profundo, creativo y servicial. La lectura de hoy de los Efesios nos dice que la alianza matrimonial refleja el Amor de Dios para con su pueblo Y, al mismo tiempo, el amor de Cristo para con su Iglesia. Después, bajo la influencia del pensamiento socio-cultural y de las estructuras de su tiempo, Pablo continúa dibujando un paralelo entre Cristo como cabeza de su Iglesia y el esposo como cabeza de su mujer y de su familia; un paralelo que resulta difícil de aceptar en nuestro tiempo.
Evangelio: Lc 13,18-21
Jesús nos habla del misterio del Reino, que crece desde lo más pequeño y se transforma en algo infinitamente ilimitado. Generalmente crece sin estridencias en cada uno y en la comunidad, aunque cuando tantas veces pensemos que Dios no está actuando. Él es la levadura que acrecienta en nosotros su Amor al punto de que podamos, a su sombra, cobijar a los demás.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro,
fuente y modelo de todo amor:
Tú has querido que los caminos de hombres y mujeres
se crucen en sus vidas.
Así se descubren el uno al otro como cónyuges,
para caminar juntos la vida.
Haz, Señor, que su amor sea genuino y creativo
y suficientemente fuerte
para poder superar las diferencias y las pruebas
que son parte de la vida.
Que su amor sea paciente y comprensivo,
que sepa perdonar y que dure y permanezca,
como es el Amor que tú nos has mostrado
en nuestro Señor Jesucristo.
Oración de los Fieles
– Por la Iglesia, esposa de Cristo. Para que sea siempre fiel al mensaje del Evangelio y al Amor liberador de Cristo, roguemos al Señor.
– Por los hogares construidos sobre un amor altruista y generoso. Para que, por medio de ellos, entendamos mejor toda la profundidad del Amor de Dios, roguemos al Señor.
– Por los jóvenes que se preparan para el matrimonio. Para que aprendan de la vida que la profundidad y belleza del amor se asientan sobre la generosidad y el magnánimo compartir, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
El pan sabe sabroso
y el vino regocija
cuando los compartimos
como signos de amistad y amor.
En esta eucaristía ofreces para nosotros
el Pan que nos da la Vida
y escancias el vino de la felicidad de Jesús, tu Hijo,
para que, sobrellevando unidos las cargas de la vida,
compartamos también nuestras alegrías
por la fuerza del mismo Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú has renovado en esta eucaristía
tu alianza de Amor con tu Pueblo.
En nombre de esta Alianza te pedimos
que el amor mutuo entre nosotros
y la unión del matrimonio entre esposos y esposas
refleje un poco del tierno afecto,
el respeto y la creatividad de tu Amor por nosotros.
Continúa amándonos, Dios Padre,
en Jesucristo, tu Hijo, nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: El matrimonio es un gran misterio de amor. El amor no es un mero sentimiento; no es solo emoción sino donación y entrega total. Está inspirado en el Amor de Cristo, que se entregó sin medida, sencilla y totalmente a nosotros y por nosotros. Que nuestros hermanos casados sepan entregarse también totalmente el uno al otro y a sus hijos, con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.