Liturgia viva del martes. san juan maría vianney, presbítero, memoria obligatoria
Introducción
Aquí tenemos un sacerdote, un humilde hombre de campo, con muy limitadas habilidades para aprender de los libros; sin embargo, contemplativo, abierto al Espíritu y a todo lo sobrenatural, un verdadero hombre de Dios. Le nombraron párroco en un pequeño pueblo olvidado-de-Dios, donde pudiera cometer pocos disparates. Y efectivamente, no hizo nada incorrecto. A la vuelta de pocos años todo el mundo conocía dónde estaba el pueblecito de Ars. Los instruidos. los ricos y los grandes lo mismo que los ignorantes, los pobres y los pequeños fueron a buscar su consejo, absolución y ayuda. Cuando se discutió su admisión a la ordenación sacerdotal, él dijo: “Si Sansón pudo vencer y matar a mil filisteos con la quijada de un asno, quién sabe qué podrá hacer el Señor con un burro entero como yo?”
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Gracias por darnos como regalo especial
a San Juan María Vianney
como santo patrón de los párrocos.
Da a todos los sacerdotes
el celo, la sabiduría y el corazón compasivo
de este hombre humilde
que se olvida de sí mismo.
Que sobresalgan en entrega, bondad y santidad.
Y dales brazos siempre cálidos y abiertos
para acoger y abrazar a todos,
pero especialmente a los fríos, alejados y pecadores.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, siempre tierno y compasivo:
Tú nos das el alimento y la bebida de Jesús
para sustentarnos en el camino de la vida.
Mira cuántos hombres y mujeres hoy
están necesitados y van sin timón en la vida.
Provéeles con santos pastores que les guíen
y que les nutran con tu palabra viva
y con el alimento de la vida eterna.
Te lo pedimos por medio de Cristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu Hijo Jesús todavía circula
por nuestras ciudades y pueblos, de cerca y de lejos.
Que su palabra sea para todos nosotros
Buena Noticia de liberación
de las enfermedades de nuestros cuerpos y de nuestro espíritu,
y haz que, como San Juan Vianney,
sepamos pasar este mensaje a todos los que nos rodean,
con nuestra palabra y con nuestra irreprochable vida cristiana.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.