Liturgia Viva del Miércoles de la XIII Semana del Tiempo Ordinario. Los Santos Primeros mártires de la Iglesia de Roma
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tu hijo Jesucristo se compadeció
de gente rechazada y botada por la sociedad
y los regeneró como seres humanos.
No nos permitas nunca juzgar a nadie
ni rechazarlo fuera de nuestras comunidades.
Que dejemos el juicio solo para ti
porque solamente tú conoces
lo que está ocurriendo
en el corazón de los hombres.
Haznos afables y compasivos
por Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
Por la Iglesia, que somos nosotros, para que como nuestro Dios
cuidemos de los menos queridos y favorecidos, de forma que el evangelio sea una Buena Noticia para ellos. Oremos.
– Por los gobiernos y oficiales públicos, para que no toleren ni favorezcan
favoritismo o discriminación de ninguna clase, que defiendan a los oprimidos y restauren su dignidad y sus derechos humanos. Oremos.
– Por aquellos considerados proscritos por la "respetable" sociedad, para que nosotros no los juzguemos, sino que nuestra bondad, respeto y comprensión les ayude a integrarse en sus comunidades. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios amoroso:
Tu Hijo Jesús murió en la cruz
como un proscrito abandonado por su pueblo,
aunque esa era precisamente la manera
con la cual nos salvó.
Que esta ofrenda de pan y vino exprese
que somos uno con Jesús
y que con él nosotros acogemos a los hermanos
como tú los acoges y quieres salvarlos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios, Padre nuestro:
Nos has permitido participar
en la mesa de tu Hijo,
unirnos a él en su alabanza
y acción de gracias a ti.
Por su poder queremos seguir
dándote honor y gracias
con toda nuestra vida
por medio de obras de justicia, amor
e infinita compasión por el pueblo
que se descorazona en su lucha
en las dificultades de la vida.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición
"Que la justicia fluya como agua y la rectitud como un manantial que no se agota". Si podemos ser justos y buenos, el Señor nos escuchará y aceptará nuestra ofrenda, porque entonces formará parte del sacrificio de Jesús. Que Dios todopoderoso les bendiga, el Padre, y el Hijo y el Espíritu Santo.