Liturgia Viva del Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario. San Roberto Belarmino, obispo y doctor de la Iglesia.Santa Hildegarda de Bingen, virgen y doctora de la Iglesia

Fecha

18 Sep 2024

Introducción
Primera Lectura. San Pablo nos presenta hoy su famoso himno al amor cristiano. El amor es más grande que cualquier carisma, ya que los carismas están vacíos si no están arraigados en el amor. Miremos las grandes cosas que produce el amor. El amor nunca pasa, mientras que todo lo demás está destinado a desaparecer.
Evangelio. Lucas compara a los que rechazan a Cristo y a los profetas de Dios a los niños mimados y malcriados. Los judíos, y después también los paganos para quienes escribe Lucas, observan a Juan el Bautista y a Jesús, se dan cuenta de lo que éstos dicen y hacen, pero no quieren reconocer y aceptar esas señales.
 
Oración Colecta
Oh Dios de bondad:
Tú te llamas amor. Tú eres la fuente de todo amor.
Danos la gracia de que el amor sea tan característico
de los discípulos de tu Hijo Jesús
que sea parte importante de nuestra identidad.
Que nuestro mutuo amor impulse a la gente a decir:
“Miren cómo se aman”.
Danos la gracia de  reconocer que el amor es un don precioso
que procede de tu generosidad.
Por ello te ofrecemos nuestra alabanza y acción de gracias
por medio de Jesucristo nuestro Señor.Intenciones

  1. Para que nuestro amor, quizás anémico y seco ya, se vuelva rico y espontáneo, como un aliento fresco de vida y de alegría, que ilumine las vidas de los que nos rodean, y que sea como un himno gozoso de alabanza a Dios, roguemos al Señor.
  2. Para que seamos amigos fieles para los que están marcados por cualquier forma de sufrimiento; que puedan ellos sentir la presencia de Dios gracias a nuestra presencia humana, cercana, cálida y cariñosa, roguemos al Señor.
  3. Para que la gente no se desaliente en el actual sistema económico mundial:  de provecho y ganancia, producción y competición, sino que sepan buscar relaciones humanas de respeto, amor y amistad, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre amoroso:
Te presentamos este vino y este pan
para tomar parte
en el banquete eucarístico de tu Hijo.
Dispón nuestra mente y corazón
para participar de su inmenso amor,
que le hizo entregar su vida por nosotros.
Que la eucaristía llegue a ser para nosotros
la fuente que sigue nutriendo nuestro amor
en la vida de cada día.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En esta celebración eucarística
has querido que tu Hijo Jesucristo
derramara su amor sobre nosotros.
Que sea un amor que se exprese a sí mismo
no tanto con palabras como con obras:
acciones de perdón y paciencia,
de compasión y generosidad,
y de servicio ilimitado.
Y que ese amor nunca perezca ni se acabe.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Bendición

Hermanos: Que el amor no sea solamente algo que se supone tenemos que hacer, como obligatorio, sino algo que hacemos espontáneamente y con gran alegría. Que ese amor nunca se acabe, con la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo.


El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.
Logo Claretian Publications
Pastoral Bible Fundation

Print Friendly, PDF & Email
¡No hay eventos!
Radio Palabra

God Gossip