Liturgia Viva del Miércoles de la XXIX Semana del Tiempo Ordinario. San Juan de Capistrano, presbítero
LIBRES Y VIGILANTES
(Año II. Ef 3,2-12; Lc 12,39-48)
Introducción
Primera Lectura. Pablo, que puede ser el autor de parte de la carta a los Efesios, habla de la gracia que recibió de predicar la Buena Noticia de Cristo a los gentiles, de forma que pudieran ellos también participar del misterio de Cristo.
Evangelio. En este evangelio Lucas habla de la vigilancia de los cristianos y sus líderes. Ellos son responsables de la gracia y de los talentos que Dios graciosamente les ha otorgado. Y, dice Jesús, cuanto más se nos ha dado, tanto más se espera de nosotros, y tanto más tenemos que hacernos responsables de los dones que se nos han confiado.
Oración Colecta
Oh Dios y Padre nuestro:
En la generosidad de tu imaginación creadora
tú distribuyes a las personas
una rica variedad de dones y talentos
de mente, corazón y gracia.
Convéncenos, Señor, de que lo que hemos recibido,
lo hemos recibido para los otros,
y de que, si hemos recibido más que otros,
no somos por ello ni más grandes ni mejores que ellos,
sino solamente más responsables
por más dones recibidos..
Ayúdanos a usar todo lo que somos y tenemos
en servicio de los demás.
Te lo pedimos por medio de Jesucristo nuestro Señor.
(Parcialmente inspirado en un texto de Mons. Helder Cámara)
Intenciones
– Para que la Iglesia lleve la luz de la fe allá donde haya oscuridad e indiferencia, esperanza a donde haya fatalismo y desesperanza, y amor allá donde haya conflictos, división y odio, roguemos al Señor.
– Para que los que se encuentran desalentados por temores y sufrimientos sigan creyendo y esperando en un Dios que conduce todo a buen término, roguemos al Señor.
– Para que todos nosotros crezcamos en la certeza de que nuestro compromiso por la justicia y el amor, y nuestro dedicado servicio a los demás, son necesarios para ayudar a que las grandes promesas de Dios se cumplan, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Que estos signos de pan y vino
expresen claramente
que estamos dispuestos a servirte
a ti y a los hermanos
con libertad responsable.
Que tu Hijo Jesús comparta con nosotros
su fuerza y fidelidad,
para hacernos sabios y fieles administradores
del mensaje de justicia y amor
que él mismo nos ha confiado,
él que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión.
Dios y Señor nuestro:
Para hacernos comprender
que tú esperas de nosotros
más de lo que somos capaces de dar,
tú nos has otorgado hoy de nuevo,
como tu mejor ayuda,
la palabra y el cuerpo de tu Hijo Jesucristo.
Ayúdanos a vivir según el evangelio,
como personas liberadas por Jesucristo
y responsables, con él,
de que el mundo progrese en integridad y amor.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: “A quien mucho se le dio, mucho se le exigirá”, nos ha dicho hoy el Señor en el evangelio. Hemos recibido mucho de Dios: el don de la vida, nuestra fe, nuestra capacidad de amar, el perdón de nuestros pecados… Demos gracias a Dios y pidamos su bendición.
Que la bendición del Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.