Liturgia Viva del Miércoles de la XXXI Semana del Tiempo Ordinario

Fecha

06 Nov 2024
Finalizdo!

CONOCE TU  SERIO COMPROMISO
(Flp 2,12-18;Lc 14,25-33)

Introducción
La tarea del discípulo es doble, dice San Pablo: Permitir que Dios haga su trabajo en ti, y dar testimonio de ello al mundo. Si sus discípulos son capaces de hacer eso, el trabajo y misión de Pablo entre ellos no habrá sido en vano.
Evangelio. Jesús subraya que sus discípulos deben seguirle consistente y radicalmente. Deben saber lo que están haciendo No han de detenerse a mitad de camino, sino que tienen que mirar y marchar hacia adelante. Tienen que tomar el cristianismo en serio.

Oración Colecta
Oh Dios, Padre nuestro:
Hemos aceptado tu invitación
a seguir a tu Hijo Jesús como discípulos suyos.
No sabemos lo que el futuro nos deparará,
sin embargo, estamos dispuestos a vivir con alegría y  esperanza
sin temor ni desaliento.
Danos la fuerza de tu Espíritu
para tomar en serio nuestra fe
y para aceptar con todas sus consecuencias
nuestra misión en la vida,
porque estamos seguros
de que Jesús nos llevará a ti,
Dios nuestro amoroso, por los siglos de los siglos.

Intenciones

  1. Por todos los que están buscando a Dios con corazón sincero, para que puedan encontrarlo y que se comporten con generosidad, como Dios mismo quiere que se comporten, roguemos al Señor.
  2. Por los que el Señor ha llamado para ministerios especiales de servicio en la Iglesia y en la comunidad, para que no pongan límites a su generosidad ni a su capacidad de entrega, roguemos al Señor.
  3. Por todos nosotros, para que seamos fieles discípulos de Jesús, Señor nuestro, y resueltamente le sigamos con gozo, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En estos dones de pan y vino
te presentamos a nosotros mismos ante ti
y tú apruebas que tu Hijo se dé a sí mismo a  nosotros.
Deseamos vivamente aprender de él
a sentirnos totalmente libres
para entregarnos en servicio generoso
a ti y a tu pueblo
y para buscar sinceramente tu voluntad
en todo lo que hacemos.
Que sepamos seguir a tu Hijo Jesús
en sus tribulaciones y en su gloria
ahora y por los siglos de los siglos.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía nos ha iluminado
con la palabra y la sabiduría de tu Hijo
y has dado tu conformidad
para que él nos ofreciera su pan de fortaleza
que nos haga seguirle sin vacilación.
Cólmanos con la sabiduría y la fuerza de tu Espíritu
para que podamos caminar con Jesús
a través del desierto del sufrimiento y de la cruz,
para llevar  vida y alegría
a nuestros hermanos necesitados,
y para darte gloria y alabanza a ti,
Dios y Padre nuestro, por los siglos de los siglos.

Bendición
Hermanos: No nos gustan ni cruces ni sufrimiento, ni tienen por qué. Pero queremos a Jesús y él nos quiere. Y ahora nos dice: Si me quieres, sígueme, también cuando el camino sea escabroso, y cuando nuestra integridad y coherencia como cristianos exija sacrificios.
Para que sepamos ser siempre fieles a Jesús, imploremos que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y permanezca para siempre.