Liturgia Viva del sábado de la VIII Semana del Tiempo Ordinario
AUTORIDAD Y PERSONA DE JESÚS
Introducción
Lecturas. La carta de Judas se sitúa muy cercana a la literatura apocalíptica y es más bien dura contra los mundanos, los no espirituales y los causantes de divisiones. Pero al mismo tiempo pide que se muestre misericordia a los que vacilan.
Evangelio. El evangelio nos muestra a los líderes judíos desafiando la autoridad de Jesús por lo que enseña y hace, porque ellos mismos se sienten amenazados en su propia autoridad. Jesús no les responde, ya que no están dispuestos a aceptarle, de todos modos, y sólo tratan de justificarse a sí mismos. — Ni ellos ni nosotros podemos entender a Jesús a no ser que le encontremos, le acojamos y le amemos como a una persona.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú eres la fuente de toda sabiduría.
Proclámanos tu palabra hoy
y abre nuestros corazones a la misma,
para que aprendamos a mirar con tus ojos
al mundo y a la gente,
y para que tu sabiduría nos guíe
en todo lo que hacemos.
Te lo pedimos por medio de aquel
que tú nos enviaste en medio de nosotros
y en quien creemos firmemente,
Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Para que la Iglesia imite a Jesús y fundamente su autoridad en el servicio y en la sanación, roguemos al Señor.
- Para que los que tienen legítima autoridad sean humildes y sencillos, roguemos al Señor.
- Para que nosotros sepamos reconocer la auténtica autoridad más en la bondad y compasión de los que mandan que en su poder, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tú nos has dado a tu Hijo Jesús
para que esté con nosotros
y para mostrarnos el camino hacia ti.
Que él llegue a ser para nosotros una persona viva,
presente ahora aquí en medio de nosotros
en estos signos de pan y vino;
presente también en la gente que nos rodea,
presente en nuestras vidas
como nuestro compañero en el camino hacia ti,
porque él es nuestro Señor y Salvador
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro, Padre amoroso:
Tu Hijo Jesús ha estado con nosotros
en esta celebración eucarística.
Danos sabiduría y humildad
para aceptar siempre a tu Hijo
en sus propios términos y condiciones
y con su propia autoridad.
Que así logremos conocerle,
amarle cada día más
y vivir la clase y el estilo de vida
que él vivió en medio de los hombres
como la verdad, la vida y el camino hacia ti,
Dios nuestro, lleno de vida y amor,
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Demos gracias a Dios porque creemos en Jesús. Que sepamos aceptar también a los que hablan en su nombre. Le pedimos al Señor que aumente nuestra fe.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.