Liturgia Viva del Sábado de la XI Semana del Tiempo Ordinario. Santa María en sábado. San Romualdo, abad
MIREN A LOS PÁJAROS DEL CIELO
(Año I. 2 Cor 12:1-10; Mt 6:24-34)
Introducción
Colecta
Señor Dios, Padre nuestro,
Te preocupas de los pájaros del cielo
y les dejas encontrar alimento en el tiempo oportuno.
Tú vistes a las flores en el campo
con lindos colores y suave fragancia.
Entonces, ¿por qué inquietarnos?
Te damos gracias por el don de la vida,
por amarnos y preocuparte de nosotros
gratuita y generosamente.
Guárdanos firmemente en tu mano
a causa de tu Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
- Por los periodistas y los que trabajan en medios de comunicación, que tantas veces tienen que denunciar injusticias y corrupción en nuestro mundo, para que el Señor les proteja y les dé fortalezca, y que nosotros y todo el mundo les escuche y apoye, roguemos.
- Por los pobres y necesitados, para que puedan experimentar visiblemente en sus vidas algo de la preocupación de Dios por ellos, a través de la generosa solidaridad de nuestros corazones, oremos.
- Por todos nosotros, para que no nos carguemos con innecesarias preocupaciones y por necesidades superfluas, sino que aprendamos a confiarnos en las manos de nuestro Dios, que nos ama, oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro:
Tú has preparado para nosotros, tus hijos,
la eucaristía,
banquete festivo de Jesús, tu Hijo.
Tú nos provees con un pan y un vino
que dan vida eterna.
Te ofrecemos nuestra vida,
nuestros afanes y esfuerzos,
nuestras nuestros cuidados e inquietudes.
Acéptalos como detalle de nuestra gratitud
y de nuestra honda y perenne confianza
en ti, nuestro Dios amoroso.
Te pedimos todos esto en el nombre de Jesús, el Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios, Padre nuestro:
En esta eucaristía
tú has reafirmado nuestra confianza
de que conoces lo que necesitamos
mejor que nosotros mismos;
y de que tú estás con nosotros
por medio de Jesucristo tu Hijo.
Que ojalá permanezca él siempre con nosotros,
para que así podamos olvidar
nuestras pequeños problemas y ansiedades
-tantas veces, pura hechura nuestra-
y conceder el máximo interés y prioridad
a ti, y a tu Reino de bondad y misericordia,
de integridad y de justicia,
confiados siempre en la Palabra del evangelio:
que lo demás se nos dará por añadidura.
Que ese sea nuestro genuino interés.
siguiendo los pasos de Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Dios realmente cuida de nosotros.
Si cuida de los pájaros en el cielo
y de las flores en el campo,
¿por qué no habría de cuidar de nosotros?
Sí, estamos confiadamente en sus manos.
Que este Dios que les ama tiernamente,
les siga bendiciendo:
el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.