Liturgia Viva del Sábado de la XIII Semana del Tiempo Ordinario.
LO VIEJO Y LO NUEVO
Introducción
Primera Lectura:
Oímos en esta primera lectura un apéndice al Libro de Amós, escrito probablemente en fecha más tardía,. pero en el estilo y perspectivas de Amós; promete un nuevo futuro a los que son fieles a las exigencias de la Alianza.
Evangelio.
¿Podemos ser pueblo de acuerdos dudosos y de componendas? Arreglar desavenencias y hacer las paces, solucionar materias en disputa y, al menos, volverse tolerantes unos con otros, sí. Pero no componendas con el Evangelio. No cuando está en juego la renovación de la vida que constantemente se nos pide, sea personal o comunitaria,. Jesús les dice a sus discípulos y a nosotros, que estamos viviendo en tiempos mesiánicos, que somos un pueblo nuevo, liberado: no podemos transigir ni hacer componendas con la salvación, con nuestra fe, con el evangelio. El vino nuevo y reciente hay que ponerlo en su propio lugar: en pellejos nuevos. Nuevos tiempos requieren nuevas actitudes.
Colecta
Señor Dios nuestro: Somos tu pueblo en marcha, caminando hacia ti con tu Hijo Jesús que vino para hacer todo nuevo. Enséñanos, Señor, a aceptar el dolor de tener que dejar atrás lo que nos es familiar. Dasarráiganos de nuestras actitudes establecidas y guía nuestros pasos vacilantes hacia tu nuevo futuro en Cristo Jesús, Hijo tuyo y Señor nuestro por los siglos de los siglos.
Intenciones
1) Por la Iglesia, para que el pueblo de Dios y sus líderes sigan los impulsos del Espíritu creador, para que sepan hablarle al pueblo de hoy con el lenguaje siempre nuevo del evangelio de Jesucristo. Oremos.
2) Por los esposos y esposas, por los padres e hijos, para que se aprecien mutuamente por lo que valen, y se enriquezcan unos a otros con un amor solícito y creativo. Oremos.
3) Por los artistas, poetas e inventores, para que nos revelen a nosotros el esplendor de la creación y las riquezas de vida más allá de la aparente monotonía de nuestra existencia. Oremos.
4) Por esta nuestra comunidad, para que no tengamos miedo del cambio auténtico, y saquemos de Cristo el valor de iniciar, con la reforma de nosotros mismos, la transformación de nuestro mundo y de nuestra Iglesia. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro: Este pan y este vino son los signos de la Nueva Alianza que tú has sellado con nosotros en la sangre de Jesucristo. Que ojalá seamos de verdad tu nuevo pueblo de la nueva y eterna Alianza. Renueva nuestros corazones, que seamos tu vino nuevo de alegría y esperanza, para que podamos construir hoy una nueva tierra y marchar hacia adelante con tu Hijo hacia tu nuevo cielo donde tú serás nuestro Dios para siempre. Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios de nuestro futuro: Nos has dado a Jesús, tu Hijo, como compañero de camino para renovarnos tanto a nosotros mismos como al mundo. Que él nos empuje hacia adelante cuando tratemos de hacer componendas simplemente poniendo parches aquí y allá sobre lo viejo; que él también calme nuestra impaciencia cuando tratamos de meter prisa a las personas y a las cosas por encima de su capacidad de crecimiento. Llévanos hacia adelante por el nuevo camino del evangelio por medio de nuestro guía digno de toda confianza, Jesucristo, Hijo tuyo y Señor nuestro que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición
Somos el nuevo pueblo de Dios, el pueblo de esta nueva Alianza. Por lo tanto tenemos que vivir la nueva vida de Jesús y hacer todo lo posible para hacer nuevo y mejor nuestro mundo: en justicia, amor y compasión. Que Dios les dé esta actitud y la fortaleza para llevarla adelante, con la bendición del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.