Liturgia Viva del Sábado de la XXII Semana del Tiempo Ordinario. Santa María en sábado
LA LEY TIENE QUE SERVIR AL PUEBLO
Liturgia de la Palabra
Primera Lectura: 1 Cor 4,6-15
Pablo critica en tono irónico a sus discípulos de Corinto por sus pretensiones, pero dice que lo hace así porque los quiere. ¿Qué tienen que no lo hayan recibido de Dios?
Evangelio: Lc 6,1-5
Aferrarnos a formas externas, leyes y tradiciones poniendo en ellas el sentido de la vida revela mucha inseguridad. Jesús vino a enseñarnos que todo ello está al servicio de la comunidad y no al revés. Que nunca deben convertirse en una obstrucción o una cortina entre Dios y su Pueblo.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Jesús, tu Hijo, vino no para abolir la ley
sino para cumplirla con las dimensiones del amor.
No permitas que los mandamientos y las reglas de conducta
se interpongan entre ti y nosotros, tu pueblo,
sino que nos dirijan suavemente,
como buenas educadoras,
hacia ti y hacia nuestro prójimo;
y enséñanos a ir más allá de la ley
con generosidad y amor servicial.
Haznos libres con la libertad que nos trajo
tu Hijo, Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
– Para que los cristianos perciban los mandamientos como puertas hacia la libertad contra el pecado y contra el mal, y como medios para servir a Dios y a los hermanos, roguemos al Señor.
– Para que los legisladores en todo el mundo elaboren leyes que sean humanas y que sirvan al bien de todos en la comunidad, roguemos al Señor.
– Para que todos nosotros busquemos seguridad interior en el amor a Dios y en el servicio a los hermanos, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre nuestro:
Por medio de estos signos de pan y vino,
que son dones tuyos para nosotros y fruto de nuestro trabajo,
nos ponemos totalmente a tu disposición.
No permitas que busquemos falsa seguridad interior
solo observando la letra de la ley,
sino ayúdanos a buscar la inseguridad y el riesgo
de entregarnos a ti y a tu pueblo,
como hizo Jesús, tu Hijo,
que contigo y con nosotros vive ahora
y esperamos que viva siempre,
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía hemos celebrado
el memorial de la muerte y resurrección de tu Hijo.
Él siguió la ley del corazón
e hizo del amor el corazón de todas las leyes.
Que el pan de vida de tu Hijo,
que acabamos de recibir en comunión,
haga nuestro amor inventivo y creador
para el servicio de los hermanos.
Ayúdanos a seguir las directivas
de nuestra conciencia y de nuestro corazón
en el Espíritu de Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Cristo nos ha liberado; por él somos libres. No renunciemos a esta libertad adhiriéndonos servilmente a prácticas externas y a tradiciones que no reflejan el evangelio.
Y que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.