Liturgia Viva del sabado de la XXIII semana del Tiempo Ordinario
EDIFICADO SOBRE ROCA
Introducción
Primera Lectura. Aunque los cristianos pueden comer la carne que había sido usada en ofrendas paganas, nunca pueden tomar parte en las comidas sagradas de sacrificios ofrecidos a los ídolos, porque eso equivaldría a tener comunión con un dios falso. Deben recordar que el sacrificio cristiano significa que están en unión con Cristo, que nos hace uno cuando comemos su cuerpo y bebemos la copa de su sacrificio.
Evangelio. Lucas señala hoy dos puntos importantes. Los cristianos serán reconocidos en su dignidad según lo que valga su vida cristiana. La fe que está en sus corazones rebosa en sus obras. La palabra de Dios ha penetrado tan hondo en sus corazones, que tendrá que fluir de ellos solamente en forma de bondad, acorde con el evangelio. En tales cristianos la fe es sólida; no vacila ni se tambalea, está edificada sobre roca. Las lluvias y las tormentas de las pruebas de la vida no pueden destruirla.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Concédenos con bondad que la palabra de tu Hijo
penetre en nuestros corazones
tan profunda y firmemente
que toda nuestra vida quede marcada por ella.
Que ni las pruebas ni las dudas,
ni el capricho ni el miedo
sean bastante fuertes como para sacudir esa fe,
ya que confiamos en ti y nos fiamos de ti
a causa de aquél que es prueba viviente
de que nos amas y de que quieres que seamos felices,
tu mismo Hijo Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
Para que todos nosotros no solamente oigamos y conozcamos la palabra de Dios, sino que la vivamos con constancia y entusiasmo, roguemos al Señor.
Para que el Señor sea como nuestra roca, en quien pongamos toda nuestra confianza y sobre quien edifiquemos nuestras vidas, roguemos al Señor.
Para que nuestras amistades sean firmes y dignas de fiar, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Tú nos ofreces el pan y la copa de tu Hijo Jesucristo.
Estamos impacientes y deseosos
de participar de ese alimento y esa bebida
que nos une, a pesar de nuestra diversidad,
en una sola comunidad de servicio y amor.
Nosotros también queremos beber de esa copa,
aun cuando a veces contenga dolor y sufrimiento.
Acepta esta nuestra ofrenda
unida a la del mismo Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios, Padre nuestro:
Tu Hijo ha estado aquí con nosotros,
y esto nos basta para conservar vivas
nuestra fe y nuestra esperanza,
y hacerlas sólidas como roca.
Que esta fe produzca frutos de bondad
procedente del corazón;
frutos de compasión para con los afligidos,
y de justicia, amabilidad y servicio para con todos.
Guárdanos a todos en tu amor
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Las Escrituras llaman con frecuencia a Dios “nuestra roca”. Nuestra fe llega a ser sólida como la roca cuando está edificada en Dios, y también cuando muestra lo que somos en lo que hacemos, en nuestra conducta netamente cristiana.
Que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.