USTEDES ESTÁN EN EL ESPÍRITU
(Año I. Rom 8,1-11; Lc 13,1-9)
Introducción
- Año I. El cristiano también, como cualquier otro ser humano, tiene que luchar dentro de sí mismo contra la tiranía del pecado. Los cristianos son también seres desgarrados, capaces de lo peor, y, sin embargo, capacitados para lo mejor gracias al poder del Espíritu de Cristo. Tenemos que hacer nuestra propia la experiencia de Jesús. Tenemos que esforzarnos para que el Espíritu viva en nosotros y, bajo su guía y con su vitalidad, buscar la identidad de Cristo.
- Evangelio. Somos pecadores, merecedores de castigo. Pero Dios es un Dios paciente, dispuesto a dar nuevas oportunidades.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú entras en nuestra existencia, rota y dividida como está
y con la muerte inscrita en ella,
para hacernos libres con la vida de tu Espíritu.
Que ojalá sepamos dar espacio a tu mismo Espíritu
para que trabaje en nosotros,
nos unifique interiormente
y renueve nuestro ser y nuestras acciones,
para que, con su ayuda,
venzamos a las fuerzas del mal en nosotros.
Que no nos talen como a árboles estériles y sin fruto,
sino que vivamos para comunicar vida y amor
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Para que todos los fieles, tanto líderes como miembros ordinarios, escuchemos el llamado de la Iglesia para que miremos dentro de nuestros corazones y cambiemos todo lo que se debe cambiar, roguemos al Señor.
- Para que sepamos llevar un poco de calor y afecto a aquellos cuyos corazones están vacíos y fríos, para que puedan descubrir algo de felicidad en el amor de Dios y del prójimo, roguemos al Señor.
- Para que la palabra de Dios nos mueva y estimule a dar frutos de justicia y de amor, y que el pan de vida de la eucaristía nos haga fuertes y fieles, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios de vida y amor:
Tú creaste al hombre a tu imagen y semejanza
y después enviaste a tu Hijo entre nosotros
para asumir nuestra propia semejanza humana.
Ya que él viene ahora a nosotros en esta eucaristía,
él que conoció cómo sortear el pecado,
te pedimos que su Espíritu llegue a ser
fuente de nuestra fuerza y vitalidad,
para que vivamos y experimentemos lo mismo que tu Hijo
y para que con él muramos al pecado
y vivamos para una vida que nunca acaba.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Te pedimos que seamos en nuestra vida
tan eficazmente guiados por tu Espíritu
–que es también el Espíritu de Jesús, tu Hijo–
que no estemos meramente agradecidos
por la libertad que nos trajo,
ni reclamemos su mensaje como nuestra ideología,.
sino más bien que tu hijo viva en nosotros de tal manera
que la gente reconozca que él realmente vive en nosotros,
él que es nuestro Señor, que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Dios envió a su Hijo para quitar el pecado del mundo y para hacernos vivir en el Espíritu, que nos trae vida y paz. Vivamos, pues, la vida del Espíritu, con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.