Liturgia viva del sábado de la xxv semana del tiempo ordinario o santa maría en sábado
Introducción
El autor de este Libro del Predicador (Eclesiastés) es, de muchas maneras, un hombre moderno. Es un creyente, busca sentido a la vida, busca felicidad, no a lo loco, sino en relación al Dios de la alianza, y sin embargo la vida le decepciona constantemente. Y se pregunta: ¿por qué? No tiene respuesta completa porque le falta la perspectiva de la vida del más allá de la muerte. ¿Cómo reconciliar vida y felicidad con fe, falta de realización personal en la vida con la muerte, con la que parece acaba todo?
Evangelio. “Ellos no le entendieron en absoluto,” dice el evangelio sobre los discípulos, cuando Jesús les predice su próxima pasión. Jesús habla de sí mismo como del “Hijo de Dios”, la persona misteriosa de origen celeste anunciada por Daniel. “Debe ser entregado”, porque él es también el Siervo Sufriente de los cánticos del Segundo Isaías. Verdaderamente, todo esto, sobre uno que viene de Dios, es un siervo y tiene que sufrir y morir, es difícil de reconciliar y aceptar, al menos desde el punto de vista humano. Y también nos resulta difícil aceptar que nos digan que tenemos que seguir su ejemplo.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
En algunas ocasiones
es todavía para nosotros causa de asombro
el que tu propio Hijo tuviera que sufrir y morir.
Pero al menos estamos seguros de esto:
De que tú conocías lo que era mejor para él
según tus misteriosos designios,
que tú le amaste sin límite,
y que él murió para traernos tu vida y amor.
Acepta nuestra acción de gracias, Padre, por todo ello,
y ayúdanos a guardar vivo siempre en nuestra mente
cuánto nos quieres y nos amas
en Cristo Jesús, tu Hijo, nuestro Señor.
Intenciones
- Para que seamos pacientes y otorguemos perdón a los que nos hieren y ofenden, roguemos al Señor.
- Para que por su camino de la cruz Jesús alivie la pesada carga de todos los que sufren, roguemos al Señor.
- Para que nosotros participemos con buen ánimo en los sufrimientos de Cristo aceptando los sufrimientos de la renovación en la Iglesia y las molestias y sufrimientos que forman parte de nuestra vida, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En estos signos de pan y vino
celebramos la memoria de la muerte y resurrección
de tu Hijo Jesucristo.
Que nuestra ofrenda no sea meramente
un bonito recordatorio del pasado.
Danos hoy la mentalidad y actitudes de Jesús
para que nosotros sepamos también
cómo amar y servir
junto con tu fiel y perfecto Siervo,
el Hijo del Hombre, Jesucristo msmo,
nuestro Dios y Señor
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Nos quedamos asombrados
de todo lo que Jesús está haciendo
aquí en medio de nosotros.
Él nos visita, comparte su mesa con nosotros,
renueva nuestra fortaleza.
Queremos prestar mucha atención
a lo que nos ha dicho y a lo que ha hecho por nosotros
Esperamos que él nos ayude a entender todo esto.
Líbranos de nuestro miedo y vacilación
para seguirle en el camino del Calvario
así como en la ruta hacia la gloria y la alegría
porque creemos que todo lo que tú quieres para nosotros
es precisamente que seamos felices
ahora y para siempre, por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Jesús circuló y se movió siempre haciendo el bien. Proclamó un bello mensaje sobre el amor. Curó a muchos en sus cuerpos y en sus corazones y mentalidades. Sin embargo él moriría una muerte terrible, repudiado, traicionado y crucificado. ¿Cómo es posible eso? ¿Cómo podemos entenderlo?
Que Dios les dé a ustedes esta comprensión y les bendiga abundantemente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.