Liturgia viva del San Agustín, obispo y doctor de la Iglesia
Introducción
Algunos necesitan la mitad de su vida para descubrir que estaban equivocados, o quizás para tener el valor de ser suficientemente honestos consigo mismos y para enfrentarse a Dios y a sí mismos. Como Agustín. Tenía un corazón inquieto, era un buscador. Una vez que encontró ese valor, su tranquilidad en Dios, reflexionó profundamente sobre su fe. Llegó a ser un teólogo muy brillante, pero al mismo tiempo un hombre accesible para la gente sencilla y un modelo de amor para todos los que le rodeaban.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
San Agustín experimentó
que no solamente estaba él intentando encontrarte
sino que tú mismo estabas buscándole a él.
Señor, haznos ver cuánto nos amas
y cuánto quieres que encontremos la felicidad.
Que las oraciones de este gran santo nos ayuden
a tener ojos limpios para tu amor y tu cuidado
y para responder a tu búsqueda de nosotros
con una respuesta incondicional de profundo amor.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En la mesa de la eucaristía..
tú vienes a satisfacer
el hambre que tenemos
de tu Hijo Jesús y de su Buena Nueva
Que, como experimentó San Agustín,
Jesús sacie también
nuestra hambre y nuestra sed
por todo lo que es bueno, verdadero y bello
con el don de sí mismo y de su Espíritu.
Que lleguemos a ser nuevos en él
y que le amemos profundamente
como nuestro Señor y Salvador.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Te pedimos en esta fiesta de San Agustín
que tú llegues a ser para nosotros lo mismo que para él:
una luz más profunda y brillante
que cualquier otra luz;
que sea nuestra verdad
que nos dé algo de tu visión;
que sea nuestra fuerza
que nos sostenga en nuestro caminar
Haznos capaces de amarte a ti
con todo nuestro ser.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.