Liturgia Viva del San Andrés, apóstol
Introducción
Andrés debió ser un buscador de Dios. Primero siguió a Juan el Bautista; después, cuando Juan señaló a Jesús, se cambió a Jesús. Trajo a varias personas o grupos a Jesús: a su hermano Pedro, a algunos griegos que buscaban a Jesús; en la multiplicación de los panes se dio cuenta del muchacho que tenía los panes y los peces y lo acercó a Jesús. La tradición nos dice que fue apóstol en los Balcanes y en el sur de Rusia; es patrono de la Iglesia de Constantinopla. Con Andrés, llevemos a la gente a Jesús.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Honramos hoy a tu gran apóstol Andrés.
Guiados por él, haz que te busquemos sin descanso
y que llevemos a muchos a Jesús y a ti.
Que Jesús sea nuestra vida y confianza;
y, cuando le hayamos encontrado,
no permitas que con egoísmo
nos lo guardemos para nosotros mismos
sino que lo compartamos con todos en derredor nuestro
con las riquezas de su amor y perdón,
de su misericordia y compasión.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo, nuestro Señor.
Intenciones
* Para que demos constantemente gracias al Señor, porque haber encontrado a Jesús, el Mesías y nuestro Salvador, roguemos al Señor.
* Para que muchos alrededor del mundo reconozcan y acojan a Jesús como quien da sentido de sus vidas, roguemos al Señor.
* Para que, por el modo como vivimos, los otros reconozcan y acojan en fe a Jesucristo, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Que el Espíritu Santo,
al convocarnos a este banquete eucarístico,
nos una con todos tus apóstoles y discípulos
para celebrar la Última Cena de tu Hijo Jesús.
Que este banquete nos una íntimamente a él
y nos haga también apóstoles entusiastas, como Andrés,
que quieran con vehemencia
que todo el mundo conozca, encuentre
y acoja a Jesús, tu Hijo, como el centro de sus vidas.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios, Padre nuestro:
Nos hemos sentado a la mesa eucarística de tu Hijo;
hemos escuchado su palabra retadora
y hemos comido su pan de vida y fortaleza.
Te pedimos que aceleres el día
en que las gentes de todas las naciones y culturas
se sienten con nosotros a la misma mesa,
sean uno con nosotros en tu Hijo
y cantemos para ti, con nuestras múltiples voces,
una armoniosa sinfonía de alabanza.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Atraigamos a la gente a Jesús por nuestra forma de vivir, según el evangelio. Porque somos también parte de la Iglesia misionera. Hagámoslo con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.