Liturgia Viva del San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
LOS DISCÍPULOS SON RECONCILIADORES
Introducción
Elías oró y vinieron las lluvias. La fe puede mover montañas. El creyente extrae de su fe el poder para hacer lo que parece imposible. Si confía en Dios, se vuelve fuerte con el poder de Dios. Este es el impacto y la intención de las “florecillas” de Elías. Pero su fundamento teológico es serio: Dios no abandona a los que confían en él y les da fuerza, que sobrepasa a su potencial humano.
Evangelio: En el evangelio Cristo nos dice que nuestra práctica de amor debe ir más lejos que la de los escribas y fariseos. Todas las leyes y todo el discipulado se basan en el amor. Y crean un clima de amor en el que los cristianos no solamente no matan en actos de violencia, sino que ni siquiera perjudican las relaciones fraternales en pensamientos y en palabras. El amor, en su nivel más profundo, se muestra en el perdón sin condiciones, aun cuando la otra persona sea la culpable. ¡Eso no es nada fácil!
Colecta
¡Oh Dios nuestro de amor! imbuir Infunde tan profundamente en nosotros la mentalidad de la Buena Noticia de tu Hijo Jesucristo que en nuestro interior no haya lugar para la violencia, odio o arrogancia.. Ayúdanos a crear entre nosotros una atmósfera de confianza y de profundo amor, de tal modo que demos prioridad a las necesidades de los otros y nos olvidemos de nosotros mismos en su favor. Que sepamos perdonar sin reservas, tal como nos enseñó Jesucristo el Señor..
Intenciones
- Por todos nosotros, para que nunca demos prioridad a la ley sobre las personas, sino que practiquemos primero el gran mandamiento de amarnos unos a otros como Jesús nos amó, roguemos…
- Por los que se sienten heridos por otros, para que aprendan la difícil lección de saber perdonar de todo corazón, roguemos.
- Por nuestras comunidades cristianas, para que busquemos juntos la voluntad de Dios, nos aceptemos benévolamente unos a otros, respetemos la libertad de cada cual y demos testimonio de la bondad de Dios. Roguemos.
Oración sobre las ofrendas
Señor, Dios nuestro, aquí te presentamos los dones de pan y vino. Que haya paz entre nosotros, incluso cuando, atinada o erróneamente, alguien tiene algo contra nosotros. Aun cuando sea muy difícil, queremos reconciliarnos unos con otros motivados por aquél que nos reconcilió contigo aun a costa de su vida, Jesucristo, nuestro Señor ahora y por siempre.
Oración después de la Comunión
Señor, Dios nuestro, que nuestras comunidades sean espacios de profundo amor y amistad y de reconciliación ilimitada,. porque hemos escuchado y acogido la palabra de tu Hijo y hemos celebrado su sacrificio para el perdón de los pecados de la nueva y eterna Alianza. Ojalá celebremos también en la vida de cada día la reconciliación que tú nos has enviado por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Recordemos siempre estas palabras de Cristo hoy. Él insiste en que nosotros tenemos que ser reconciliadores: “Si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene quejas contra ti, deja allí tu ofrenda ante el altar y vete primero a reconciliarte con tu hermano, y entonces vuelve a presentar tu ofrenda.” Que el Señor todopoderoso les conceda este sentido cristiano y les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.