Liturgia viva del San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
CRISTO FUE SIEMPRE
(Año I. 2 Cor 1:18-22; Mt 5:13-16)
Introducción
Año I. Hoy San Pablo defiende su sinceridad. Quiere ser firme y sincero porque es un mensajero del Dios que guarda siempre su palabra, y un seguidor de Jesucristo, que fue siempre firme y constante, que “siempre y únicamente fue sí”, como dice el mismo Pablo.
Colecta
Señor, Dios nuestro,
tú guardas siempre fielmente tu palabra.
Cuando llegó el tiempo oportuno
cumpliste todas tus promesas
en tu Palabra viviente Jesucristo.
Él nos expresó la palabra fidedigna
de su mensaje y de su vida.
Haz nuestras palabras fidedignas también,
para que, con tu Hijo,
digamos siempre nuestro “sí” y nuestro “Amén”
a nuestros hermanos y a ti, .
Dios y Padre nuestro, ahora y por siempre. R/ Amén.
Intenciones
- Señor, a todos los que han profesado un compromiso serio a ti y a los hermanos (es decir: los casados, los sacerdotes y consagrados), concédeles la fuerza para permanecer fieles a su palabra: te rogamos.
- Señor, haz que los amigos sean responsables, firmes y dignos de confianza, sobre todo cuando su lealtad sea puesta a prueba, te rogamos.
- Señor, danos el valor para decirte siempre “sí” a ti; también cuando nuestra fe exige sacrificios, te rogamos.
Oración sobre las ofrendas
Oh Dios y Padre nuestro,
con este pan y esta vino
recordamos que tu Hijo Jesucristo
fue franco y sincero
incluso a costa de su vida.
Con el Espíritu de tu Hijo en nuestros corazones
traemos ante ti nuestro honesto compromiso
de responder “sí” con toda nuestra vida
al mensaje de tu Hijo..
Y que sea éste el sacrificio que te agrada a ti,
Dios nuestro, por los siglos de los siglos. R/ Amén.
Oración después de la Comunión
Dios y Padre nuestro,
en esta eucaristía hemos compartido
la respuesta de Jesús, tu Hijo,
siempre fiel a ti.
Que, por la fuerza de su palabra y de su cuerpo,
seamos la sal que condimenta
las vidas de nuestros hermanos y hermanas
y la luz en la cima de la colina
que alumbra con luz brillante
con obras de justicia, honestidad y verdad.
Por Jesucristo nuestro Señor. R/ Amén.
Bendición
Jesús fue siempre “sí”.
Siempre guardó y cumplió su palabra.
Siempre dijo “sí” a su Padre,
en cuyo nombre vino a salvarnos,
incluso con el precio de la cruz.
¿Decimos nosotros “sí” a nuestra fe,
a nuestras convicciones, a nuestra misión en la vida?
Que Dios nos dé la fortaleza para actuar así
y nos bendiga bondadosamente, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.