Liturgia Viva del San Antonio de Padua, presbítero y doctor de la Iglesia
ROMPER LA ESPIRAL DEL MAL
Introducción
Es una continua tentación en el hombre apropiarse de lo que quiere, si es necesario hasta con medios injustos y explotando a otros, como lo hizo el rey Ahab expropiando la viña de Naboth.
Evangelio: Jesús nos dice que no debemos responder al injusto con venganza. El principio ”Ojo por ojo y diente por diente” no es cristiano. Debemos más bien sufrir la injusticia y dejar que la gente abuse de nosotros, al menos cuando la injusticia es cometida contra nosotros mismos. Pero otras partes de la Escritura nos dicen que debemos defender a otros si han sido injustamente maltratados y agraviados, como los pobres, y que debemos luchar contra la injusticia por medio de la bondad y del perdón. Así es como tenemos que romper la espiral del mal.
Colecta
Señor, Dios nuestro: la injusticia que vemos en el mundo nos disgusta y trastorna. Perdónanos los disparates que hemos cometido y no nos permitas contribuir al mal en el mundo explotando a nuestros hermanos y hermanas y manipulándolos para nuestros propios intereses. Más bien enséñanos y ayúdanos a pararnos para luchar por la integridad y la verdad; y no reaccionar nunca si no es con la bondad de nuestros corazones. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Intenciones
- Para que en nuestro mundo la gente aprenda a no responder a la violencia con más violencia, sino resistir al mal, cuanto más posible, de forma no violenta, oremos.
- Para que la reconciliación sea la señal distintiva de los cristianos cuando han sufrido enemistad personal, daños y heridas, oremos.
- Para que tengamos el valor de alzarnos para luchar contra la injusticia cometida contra los pobres, explotados y los oprimidos, oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Oh Dios, Padre nuestro: en estos signos de pan y vino traemos ante ti nuestro sincero deseo de ser justos e imparciales con todos. Pero te pedimos aún mucho más: Que bondadosamente nos concedas asimilar y vivir las actitudes de tu Hijo Jesús; que sepamos perdonar de todo corazón a los que nos han agraviado y ofendido y devolver siempre bondad por maldad. Te lo pedimos por Cristo, nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios y Padre nuestro: Tú nos has mostrado tu bondad dándonos a tu propio Hijo, Jesús. Con él, queremos estar del lado de los pobres y desheredados. No nos permitas permanecer silenciosos cuando nuestros hermanos son maltratados y pisoteados en su dignidad como personas, sino, más bien, danos coraje y paciencia para cambiar este nuestro mundo frío e insensible en un lugar de justicia y de respeto por todos, y darle calor con el amor y compasión de Jesucristo, nuestro Señor.
Bendición
¡Romper la espiral de violencia y maldad! Cada uno de nosotros, en nuestro propio lugar, tiene que eliminar el mal: en sí mismo, y, cuanto nos sea posible, en nuestra propia familia, ocupación, empleo, círculo de amigos y vecinos, comunidad. Que el Señor les dé la fuerza para ello, y les bendiga, el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo.
El material que aquí te ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo Astiz, misionero claretiano.