Liturgia Viva del San Carlos Borromeo, obispo
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Sabemos que Jesús vino para redimir a todos,
sin embargo él quería encontrar especialmente
a los rechazados por la gente:
al cobrador de impuestos, al pecador, al perdido y derrochador.
No nos permitas, Padre de bondad,
que, llevados por nuestro celo por lo recto y bueno,
perdamos de vista a las personas tachadas y rechazadas por la gente,
que sin embargo merecían el cariño especial de tu Hijo,
Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
– Para que los líderes de la Iglesia y de la sociedad no se pierdan yendo neciamente en busca del poder, del prestigio y de las riquezas, roguemos al Señor.
– Para que el Señor dé a su Iglesia pastores comprometidos, que se preocupen vivamente de la gente extraviada y que intenten, con tacto y bondad, hacerles volver al Señor y a su comunidad, roguemos al Señor.
– Para que en nuestra comunidad nos apoyemos y estimulemos mutuamente, esforzándonos por vivir más radicalmente la vida misma de Cristo, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
Que tu pan y tu vino nos recuerden nuestra solidaridad
incluso con los que viven al margen de la sociedad.
Tú los amas, y ellos son parte de nosotros.
Que podamos hablarles la palabra de aliento
que ellos están esperando.
Que nosotros también les busquemos y les amemos
como y con nuestro Señor Jesucristo,
tu Hijo y Salvador nuestro
que vive y reina por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Tu reino no es propiedad privada y excluyente
de aquellos a quienes has concedido la gracia
de encontrarte y de creer en ti.
Que nos preocupemos y busquemos contigo
a los débiles, a los violentos, a los tímidos,
sin ninguna actitud de superioridad o condescendencia.
Ayúdanos a formar una comunidad
en la que haya espacio suficiente para todos y cada uno
favoreciendo el crecimiento humano
y la dignidad humana para todos.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Dios nos buscó y nos encontró porque nos amaba, mucho antes de lo que nosotros pensábamos. Sabemos que Dios ama a todos y quiere que todos pertenezcan a su reino. Querríamos ayudar a cualquier hermano, en cualquier lugar y momento, para que encuentre realmente al Señor.
Que el mismo Señor nos ayude.