Liturgia viva del San Ignacio de Loyola, presbítero

Fecha

31 Jul 2023
Finalizdo!

Introducción
Mientras se recuperaba de una herida contraída como soldado, Ignacio leyó vidas de santos, al no tener otros libros a mano. Estas lecturas le hicieron reflexionar seriamente sobre el sentido y finalidad de la vida, hizo peregrinaciones, y por fin decidió servir a Dios. La “Compañía” que él fundó debía estar a disposición del Papa, para servir a las más urgentes necesidades contemporáneas de la Iglesia. En tiempo de Ignacio los Jesuítas contribuyeron decisivamente a contrarrestar las herejías, reformando la Iglesia, y comenzando misiones en el extranjero. Para él la acción apostólica debe tener como base la oración y la reflexión. Sabio consejo éste, también para nosotros hoy.

Colecta
Señor Dios nuestro:
Como San Ignacio de Loyola
hemos aceptado tu invitación
para seguir a tu Hijo Jesús
como discípulos suyos
y para ofrecer todo lo que hacemos
“Ad Majorem Dei Gloriam”,
para tu Mayor Gloria.
Danos la fuerza de tu Espíritu
para no buscarnos a nosotros mismos
y para aceptar nuestra misión en la vida
con todas sus consecuencias.
Estamos seguros de que así
Jesús nos llevará hacia ti,
nuestro Dios bondadoso,
que vives y reinas
por los siglos de los siglos.

Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios, Padre nuestro:
Que ojalá en esta eucaristía
Jesús, el Señor, nos una
tan íntimamente a él
que nos disponga a aceptar con sumo gusto
cualquier misión que quieras encomendarnos.
Que el servicio a la Iglesia y sus necesidades
sea nuestra principal preocupación
y que sepamos prestar siempre este servicio
para la mayor gloria de Dios.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
En esta eucaristía nos has inspirado
con la palabra y con el cuerpo de Jesús.
Que el mismo Jesús nos otorgue
su Espíritu de discernimiento
para que nos percatemos claramente
de la tarea que tenemos ante nosotros
y nos entreguemos a ella con sabiduría,
total dedicación y sin miedo ni vacilación,
por que sabemos que estamos colaborando
en tu trabajo redentor,
tú que eres nuestro Dios
de vida y salvación,
por los siglos de los siglos.