Liturgia viva del Santa Escolástica, virgen
Introducción
San Policarpo de Esmirna fue discípulo de Juan Evangelista y uno de los más renombrados de entre los primeros obispos de Asia. Murió como mártir a la edad de 86 años, ofreciendo su muerte como una eucaristía de acción de gracias. Él declaró a los jueces: “¿Cómo podría yo ser desleal a mi Rey, a quien debo mi salvación?” Es venerado en ambas Iglesias, en Oriente y en Occidente. Celebremos su fidelidad y ojalá también la nuestra.
Oración Colecta
“Dios verdadero en quien no hay mentira”:
Admiramos a San Policarpo y te damos gracias
por el ejemplo de su fe profunda y de su fortaleza.
Que como él sepamos vivir nuestra vida
como un sacrificio que te agrade.
Ayúdanos a afrontar con él
las contrariedades y dificultades de la vida
con gran serenidad y confianza en ti.
Guárdanos siempre fieles a ti
por Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobe las Ofrendas
Oh Dios, siempre fiel:
Traemos ante ti este pan y este vino
como signos de que estamos dispuestos,
como San Policarpo, a seguir a Jesús,
si es necesario incluso por el camino de la cruz.
Que las dificultades y contrariedades
no nos aparten nunca de él,
sino que nos hagan crecer cada vez más en su amor
y por ellas logremos estar más cercanos a él,
Jesucristo, que es nuestro Señor y Salvador,
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Que esta eucaristía
confirme y fortalezca nuestra fidelidad
a tu Hijo Jesucristo.
Haznos siervos, los unos de los otros,
para que procuremos día a día
ser más semejantes a Jesús, tu Hijo,
que vive y reina contigo y con nosotros,
por los siglos de los siglos.