Liturgia Viva del Santa Mónica
¿UN HOYO EN EL CAMPO?
Introducción
Primera Lectura: La gente sencilla, como son la mayoría de los corintios, debería tener presente que son grandes a los ojos de Dios. Dios elige a los locos del mundo para avergonzar a los sabios. La jactancia sana de la gente sencilla, su verdadera sabiduría, es Dios.
Evangelio: En la parábola de hoy, la de los talentos, Jesús habla de lo que hacemos por el reino de Dios con los dones y talentos que hemos recibido de él. Para el reino esto significa animar a la Iglesia y al mundo con una fe, una esperanza y un amor que nos transformen a nosotros mismos, a la misma Iglesia y al mundo. Para este fin, hacemos inversión de nosotros mismos, tomamos riesgos, nos involucramos. Si buscamos una decepcionante seguridad personal en nuestras pequeñas prácticas religiosas o en nuestra inmovilidad; entonces estamos cavando un hoyo en el campo, estamos enterrándonos a nosotros mismos, optamos por la muerte, nos devaluamos. ¿Usamos los talentos recibidos de Dios como un capital no simplemente para sentirnos orgullosos de él, sino para hacerle rendir intereses para los planes de Dios sobre nosotros y sobre el mundo?
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Tú nos dejas tu vida y tu amor a nuestro cuidado,
como un tremendo capital de promesas
que rinda interés al servicio
de tus planes y de tu reino.
No permitas que nos contentemos
con cavar un hoyo en el campo
para enterrarnos a nosotros mismos
junto con nuestros talentos.
Que tengamos el valor de salir de nosotros
para correr el riesgo
de hacer la inversión de nosotros mismos
en beneficio del pueblo
y del crecimiento de tu reino,
reino de amor y justicia,
en virtud de la fuerza de Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
Para que todos los hombres participen de los recursos de la madre tierra, en un ambiente de justicia, amistad y paz, roguemos al Señor.
Para que hogares inspiradores y buenos educadores equipen ricamente a nuestros jóvenes, para que sepan colocar sus dones y talentos al servicio de la Iglesia y de los hombres, roguemos al Señor.
Para que las mujeres tomen con honor su legítimo lugar en la Iglesia y en el mundo, para que sus talentos de cordialidad, tacto y sensibilidad les capaciten para llevar calor y amabilidad a un mundo duro y muchas veces cruel, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En estos dones de pan y vino
nos ponemos a nosotros mismos
y todo lo que has hecho de nosotros,
para que nos los devuelvas
como el cuerpo y sangre de tu Hijo.
Acéptanos junto con Jesús
y haz que sepamos darnos unos a otros
tanto en la pobreza como en la riqueza de nuestra vida.
Y así podamos ir dando forma a tu reino
por Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Por medio del don de tu Hijo Jesucristo
nos has capacitado
para sembrar la semilla de tu vida y de tu amor.
Danos la gracia de que, cuando nos pidas cuentas
de lo que hemos hecho con nuestras vidas,
oigamos de tus mismos labios
que hemos sido siervos buenos y fieles
porque hicimos mucho con lo poco que tuvimos;
y que oigamos también
tu invitación a entrar a tu alegría y felicidad eternas
para disfrutarlas con todos los santos
por los siglos de los siglos.
Bendición
Hermanos: Cada uno de nosotros hemos recibido de Dios dones muy particulares, muchas veces únicos e irrepetibles. Para que ustedes sean buenos negociantes con los talentos que Dios les ha dejado a su cuidado, pocos o muchos, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y les acompañe siempre.