Liturgia Viva del Viernes de la XV Semana del Tiempo Ordinario. Nuestra Señora del Carmen
Introducción
La Biblia canta las glorias del Monte Carmelo, ya que el profeta Elías había permanecido allí para conservar y promover la pureza de la fe de Israel. En el siglo XII D.C., un grupo de eremitas se retiró a esta montaña y posteriormente fundaron la Orden de los Carmelitas, que se dedicaría a la vida contemplativa bajo el patronazgo de María, Madre de Dios.
Colecta
Señor Dios nuestro:
María, la madre de tu Hijo Jesucristo,
estuvo siempre abierta a la palabra de Dios
con una mente y un corazón
llenos de fe y de confianza.
Hoy, en este día en que la honramos
bajo el título de Nuestra Señora del Carmen,
queremos confiarnos a ti como ella lo hizo,
meditar tus palabras y buscar en todo tu voluntad.
Haz que tu voluntad sea la nuestra,
que nos lleves a tu casa celestial guiados por aquél
que buscó siempre y en todo tu voluntad,
Jesucristo nuestro Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro:
Este pan y este vino
son signos de que
estamos dispuestos a buscar tu voluntad,
siempre unidos a Jesús y a María,
Permítenos participar en esta mesa santa
como familiares suyos, hermanos y hermanas,
y seguirles en su camino de fidelidad
hacia ti, Dios nuestro
que vives y reinas por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro:
Haz que sepamos, como María,
rumiar y meditar en nuestro corazón
la palabra que Jesús nos ha proclamado hoy,
Que su mensaje guíe nuestras vidas
e ilumine todo lo que hagamos.
Y que el pan reconfortante de tu Hijo, la eucaristía,
nos dé la voluntad y el valor
para hacer del evangelio
el fundamento de nuestras vidas.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.