SEMILLA QUE PRODUCE
FRUTO
Introducción
- Primera Lectura. Jeremías pide al pueblo que se arrepienta y que
no confíe en falsas seguridades. Deben volver a Dios, bajo el liderazgo
de buenos pastores.
- Evangelio. Cuando Jesús comenzó a contar la parábola del
sembrador, dijo: “Escuchen”. Cuando Mateo la explica y la adapta a su
comunidad, nos dice de nuevo: “Oigan”. Tenemos que escuchar la parábola
y ver cómo se aplica a nosotros. Tenemos que escuchar también a los
signos de nuestro tiempo; cómo la palabra de Cristo, el sembrador, se
aplica a nuestro tiempo y a nuestro pueblo, para que la palabra sea
acogida y dé fruto.
Colecta
Señor y Dios nuestro: Tu Hijo
Jesucristo abrió los oídos de los sordos y dio vista a los ciegos.
Danos la gracia de escuchar el mensaje de la Buena Nueva, ponnos en la
misma longitud de onda con la voz de Jesús , y con su silencio; abre
especialmente nuestro corazón a toda la luz, amor y esperanza que nos
atrae cuando él nos habla. Danos también valor para hablar y vivir como
creemos, para que su palabra tenga éxito en nosotros. Te lo pedimos en
el nombre de Jesús, el Señor, que contigo vive y reina por los siglos
de los siglos.
Intenciones
- Para que la Iglesia reflexione constantemente la palabra de Dios
y descubra cómo aplicarla eficazmente a la situación del pueblo de Dios
en nuestros días, roguemos al Señor.
- Para que percibamos la palabra de Dios como un llamado dirigido
personalmente a cada uno de nosotros para responder al amor de Dios,
roguemos al Señor.
- Para que todos nosotros meditemos frecuentemente la palabra de
Dios, la apreciemos y la tomemos como nuestra guía, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Traemos ante ti, Señor, este pan, fruto
de la semilla sembrada por el labrador y a la que tú hiciste crecer.
Que este pan nos traiga la vida de tu querido Hijo Jesús; y que este
vino de nuestras cepas nos comunique esperanza y alegría eternas. Te lo
pedimos en el nombre de Jesús, el Señor.
Oración después de la Comunión
Señor Dios nuestro: Hoy día la gente
tiene hambre de verdad, autenticidad, y de un auténtico sentido de la
vida. Abre sus corazones a tu Buena Nueva de salvación; llena y unge
nuestras palabras tartamudeantes con tu palabra de vida y enséñanos a
sembrar tu palabra entre ellos en lenguaje asequible, especialmente el
lenguaje de esperanza y amor plasmado visiblemente en nuestra vida y
conducta auténticamente cristianas. Te lo pedimos por Jesucristo
nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Dios siembra su palabra entre nosotros. Dejémosla caer en
tierra buena y abonada. Dios quiere que continuemos nosotros sembrando
su palabra. Le pedimos que predisponga bien a nuestros hermanos para
que sean receptivos a esa misma palabra. Y que la bendición de Dios
todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes.
El material que aquí te
ofrecemos está tomado de la obra del P. Camilo Marivoet, cicm y
publicada en Filipinas por Claretian Publications (en inglés) con el
título de LITURGY ALIVE. La traducción y adaptación es del P. Carmelo
Astiz, misionero claretiano.