Liturgia Viva del Viernes de la XXII Semana del Tiempo Ordinario
CREADOS DE NUEVO EN CRISTO
Introducción
Primera Lectura: Seremos administradores, dignos de confianza, de los misterios de Dios si vivimos conforme al evangelio y servimos a Dios y al pueblo, en vez de buscar seguridad en observancias externas y en palabrería.
Evangelio. Somos creados de nuevo en Cristo, que es Señor y nuevo principio de todo. Con Cristo tenemos que renunciar a todas las componendas de lo viejo en nosotros y vivir según el nuevo Espíritu de Cristo. — ¿Cómo hemos aceptado la renovación que el concilio Vaticano II exige de nosotros?
Oración Colecta
Oh Dios fiel, rico en ternura y misericordia:
Tú quieres que seamos tu pueblo en marcha
siguiendo a Jesús, tu Hijo,
hacia un nuevo futuro de justicia y amor.
No permitas que nos asfixiemos
contentándonos solamente
con los viejos hábitos y las actitudes perezosas.
Ayúdanos a aceptar el dolor
de tener que dejar atrás lo que nos es familiar
y ábrenos al reto del evangelio
para que nos parezcamos más a tu Hijo
que guía nuestros pasos vacilantes,
Jesucristo nuestro Señor.
Intenciones
- Por la Iglesia, para que sus líderes y sus fieles perciban y acojan los impulsos del Espíritu creador, para poder proclamar a la gente de hoy el lenguaje siempre nuevo del evangelio, roguemos al Señor.
- Por los artistas, poetas e inventores, para que nos revelen el esplendor de la creación y la novedad de la vida en Cristo, roguemos al Señor.
- Por esta nuestra comunidad, para que no temamos al cambio auténtico, y para que recibamos de Cristo Jesús el valor para comenzar la reforma de la Iglesia y del mundo, comenzando con la renovación de nosotros mismos, roguemos al Señor.
Oración sobre las Ofrendas
Señor Dios nuestro:
En estos signos de pan y vino
tu Hijo Jesucristo se hace presente en medio de nosotros
para llevar a cabo con nosotros un nuevo comienzo.
Créanos de nuevo en él.
Reconcílianos contigo y los unos con los otros,
y haznos, con él,
constructores de un mundo nuevo
en el que él sea realmente Señor nuestro,
por los siglos de los siglos.
Oración después de la Comunión.
Oh Dios de toda esperanza:
Tú nos has dado a Jesús
como nuestro compañero en el camino
para ayudarnos a entender lo viejo y familiar
con un corazón nuevo y joven.
Que él nos empuje hacia adelante
cuando tratemos de hacer componendas
simplemente echando parches aquí y allá a lo viejo.
Que tu Espíritu sople sobre nosotros
tu vigoroso aliento de vida
para renovarnos a nosotros y a nuestro mundo
con tu misericordia y justicia.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: De tanto en tanto tenemos que preguntarnos a nosotros mismos, cuán fieles somos al evangelio. Es fácil quedar fosilizados en nuestra vida espiritual y apostólica. El evangelio quiere que permanezcamos jóvenes y siempre nuevos.
Que Dios todopoderosos les bendiga, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.