Liturgia Viva del Viernes de la XXXIV Semana del Tiempo Ordinario

Fecha

26 Nov 2021
Finalizdo!

EL REINO DE DIOS ESTÁ CERCA
(Dan 7,2-14; Lc 21, 29-33)

Introducción
El famoso capítulo 7 de Daniel anuncia un misterioso “Hijo del Hombre” (un ser humano). ¿Es una persona individual o una comunidad? Pertenece al cielo y a la tierra, a ambos a la vez, e inaugurará un reino que viene como regalo de Dios, no como conquista terrenal.  Jesús se adjudicará este título a sí mismo y lo purificará. Los imperios construidos sobre el poder mundano y sobre la ausencia de Dios son ridiculizados: son estatuas con pies de barro, o son como animales monstruosos. Dios los juzgará y condenará, y entonces desaparecerán.
Evangelio. Los fieles deberían conservar la esperanza con paciencia: El reino de Dios está cerca. No solamente hay signos de desesperanza como conflictos y tensiones,  que surgen tanto desde dentro del pueblo de Dios como desde fuera, sino que también hay signos de esperanza; y nosotros deberíamos percibirlos.

Oración Colecta

Oh Dios del tiempo y de la eternidad:
Tú nos has confiado a nosotros, a tu pueblo,
tu proyecto de amor sobre la gente y el mundo.
No permitas que hagamos retrasar tus planes
por nuestras propias limitaciones.
Haznos conscientes de que lo único que podemos hacer
es ser levadura, y ser un signo
de que la planta que tú has sembrado crecerá.
Consérvanos esperando con paciencia
que la integridad, el amor y la justicia
lleguen como don tuyo,
cuando tú quieras, al tiempo por ti designado,
por medio de Jesucristo nuestro Señor.

Intenciones

  • Para que busquemos siempre signos de esperanza cuando la vida se hace difícil y nuestra fe entre en crisis, roguemos al Señor.
  • Para que continuemos siempre esperando en que el Señor, Jesús, esté siempre con nosotros hasta el fin del tiempo, roguemos al Señor.
  • Para que aceptemos que es difícil para el reino de Dios abrirse paso y llevar justicia, amor y paz a todos, roguemos al Señor.

Oración sobre las Ofrendas

Oh Dios de las promesas:
Para destruir los poderes del mal
tu Hijo vino no como un rey triunfante,
sino como el “Hijo del Hombre” sufriente.
Por medio de este pan y de este vino que ahora te ofrecemos
queremos unir nuestro destino al suyo.
Que aprendamos de él,
cuyo aparente fracaso en la cruz condujo a la victoria,
a aceptar con paciencia y esperanza
las tensiones de nuestro tiempo
y el lento crecimiento de tu reino;
porque sabemos que guardas fielmente
tus promesas de vida eterna, de amor y felicidad
por Jesucristo nuestro Señor.

Oración después de la Comunión

Señor, Dios de esperanza:
Tú nos has dado un hermoso sueño,
una linda utopía y una bella tarea:
la de tu reino eterno de fraternidad, amor y alegría;
pero estamos interiormente divididos
entre desaliento y esperanza  
porque esa tarea está por encima de nuestras fuerzas.
Gracias por reavivar nuestras expectativas
por medio del pan y vino de tu Hijo en la eucaristía.
Ayúdanos a desarrollarnos como pueblo nuevo
a través de nuestras luchas y tensiones
por la fuerza de aquél a quien diste
soberanía, reinado y gloria,
Jesucristo nuestro Señor.

Bendición
    Hermanos: A veces los no_creyentes dicen que los cristianos miran al cielo porque no saben ni pueden  tratar con el mundo. Cristo nos dice que tenemos que tratar con el mundo y que tenemos que transformarlo, para trabajar por la consecución de “un  nuevo cielo y una nueva tierra”. Intentemos hacer eso con la bendición de Dios todopoderoso, el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

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