Liturgia viva del xxvi domingo del tiempo ordinario
26 DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO (Ciclo A)
- Que Nuestro Sí Sea de Verdad Sí
- A veces, Nuestro Sí Es Remolón
Saludo (Cfr. 2 Cor 1,18-20)
El Hijo de Dios, Jesucristo,
nunca fue “Sí-y-No”.
Su naturaleza es toda Sí.
Por tanto, por medio de él
digamos nuestro Sí a Dios.
Que el Señor Jesús esté siempre con ustedes.
Introducción por el Celebrante
- Que Nuestro Sí Sea de Verdad Sí
Admiramos a los padres y educadores que son tan pacientes con los jóvenes que, cuando cometen errores o rehúsan asumir sus responsabilidades, les dan tiempo para cambiar de idea. Esto es precisamente lo que Dios está haciendo siempre con nosotros. Nos espera siempre, con paciencia. Nos da nuevas oportunidades. — ¿No podríamos hacer nosotros lo mismo, unos con otros? En esta eucaristía pidamos a Jesús que con él sepamos decir siempre Sí. - A veces, Nuestro Sí Es Remolón
Con bastante frecuencia sentimos en nosotros la tensión entre lo que sabemos es recto y nuestros propios intereses e inclinaciones. Normalmente sabemos lo que exige nuestra fe y, sin embargo, actuamos en contra o damos solamente un Sí remolón. Pidamos a Jesús en esta eucaristía que sepamos decir siempre Sí con él y como él.
Acto Penitencial
Con demasiada frecuencia
hemos caminado por nuestros propios caminos,
y hemos hecho nuestra voluntad, más que la de Dios.
Pidamos perdón al Señor.
(Pausa)
- Señor Jesús, tu Sí era un Sí firme a la voluntad del Padre, Aun cuando te llevó al sufrimiento y a la cruz.
R/. Señor, ten piedad de nosotros. - Cristo Jesús, tu palabra era de fiar, ya que vivías de acuerdo a lo que creías:
R/. Cristo, ten piedad de nosotros. - Señor Jesús, debemos nuestro perdón y nuestra vida a tu Sí al Padre:
R/. Señor, ten piedad de nosotros.
Señor, perdona nuestras vacilaciones y nuestra cobardía para vivir a tope el evangelio.
Ayúdanos a servirte con amor generoso y llévanos a la vida eterna.
Oración Colecta
Oremos para que sepamos responder al llamado de Dios con amor y fidelidad.
(Pausa)
Tú no quieres que los pecadores mueran,
sino que se alejen de su pecado
y que hagan lo que es recto y bueno
para que vivan.
Tú sabes que somos frágiles y débiles.
No dejes de perdonarnos,
danos la mentalidad de Jesús,
para que con él te digamos Sí
con el amor profundo
de quienes han sido perdonados.
Haznos también misericordiosos para con otros.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Primera Lectura (Ez 18,25-28): Somos Responsables de Lo Que Hacemos
El profeta Ezequiel insiste en nombre de Dios sobre nuestra responsabilidad personal por el bien o el mal que hacemos. Dios busca perdonarnos y quiere que vivamos en su amor.
Segunda Lectura (Fil 2,1-11): Sean Humildes con Cristo
Tenemos que tener la misma disposición fundamental que Cristo nuestro Señor, a saber, ser modestos y humildes ante Dios y ante los hermanos.
Evangelio (Mt 21,28-32): ¿Cuál de Estos Hijos Soy Yo?
Los líderes farisaicos y santurrones del pueblo rechazan a Jesús y condenan a los pecadores. — Los pecadores acogen a Jesús y se convierten. ¿Quién de ellos hace la voluntad de Dios? ¿Con quiénes nos identificamos?
Oración de los Fieles
No pensemos primeramente en nuestros intereses, sino pidamos por las necesidades de nuestros hermanos necesitados aquí o en cualquier parte del mundo. Y digamos: R/. Señor, que tu palabra nos guíe siempre.
- Por la Iglesia, pueblo de Dios hoy, para que tanto sus líderes como sus miembros nos guiemos por la mentalidad de Jesucristo, sirviendo fielmente a Dios y al pueblo, roguemos al Señor.
- Por los que rehúsan vivir de acuerdo a su fe y a su conciencia, para que encuentren el camino de vuelta a Dios Padre, roguemos al Señor.
- Por los que buscan la voluntad de Dios en la vida de cada día, para que lo hagan con toda humildad y con gran amor, conscientes de lo frágiles que somos todos, roguemos al Señor.
- Por todos los que trabajan en los medios de comunicación, para que respeten al pueblo y a la verdad, y contribuyan en todas partes a la paz y al entendimiento entre los hombres, roguemos al Señor.
- Por todos los que han dicho su “Sí” a Dios y por los esposos que se han dicho su Sí en matrimonio, para que saquen fuerza de la fidelidad de Jesús y del ejemplo del amor fiel de buenas familias cristianas, roguemos al Señor.
Señor Dios nuestro, no permitas que nos volvamos satisfechos de nosotros mismos. Haz que cada uno de nosotros y nuestras comunidades nos cuestionemos si realmente buscamos tu voluntad o seguimos nuestros propios caprichos. Sé siempre nuestro Dios fiel y bondadoso, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.
Oración de Ofertorio
Te presentamos en esta eucaristía
el sacrificio de Jesús tu Hijo.
Queremos que nuestra ofrenda exprese
que estamos dispuestos y deseosos
de unirnos a sus actitudes
de total lealtad a tu voluntad.
Danos la gracia de decir con él
un Sí incondicional a tu vida y a tu amor
y de olvidarnos de nosotros mismos
en servicio de nuestros hermanos.
Te lo pedimos en nombre de Jesús, el Señor.
Introducción a la Plegaria Eucarística
Jesús fue el siervo obediente que se entregó totalmente a la voluntad del Padre para traernos, a cualquier precio, la vida y el amor del mismo Padre.
Nos ofrecemos ahora a nosotros mismos con él.
Introducción al Padrenuestro
Buscamos la voluntad de Dios con su siervo obediente, Jesucristo, y con él pedimos que no rehusemos servir bien a nuestro Padre.
R/. Padre nuestro…
Líbranos, Señor
del collar de fuerza del pecado y de todo mal.
Que venga a nosotros tu perdón
como liberación de nuestras dudas y temores
y de nuestro orgullo autosatisfecho
a expensas de otros.
Ayúdanos a buscar tu voluntad en todo lo que hacemos
y a prepararnos para la gloriosa venida entre nosotros
de nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
R/. Tuyo es el reino…
Invitación a la Comunión
Éste es Jesucristo, nuestro Señor, que aceptó la muerte en cruz mientras repetía su Sí al Padre para hacernos libres.
Dichosos nosotros de recibirle como nuestro glorioso Señor.
R/. Señor, no soy digno…
Oración después de la Comunión
Como un amigo sentado a la mesa,
tu Hijo Jesús ha partido para nosotros
su pan de paz
y nos ha dicho tu palabra de perdón.
Que él sea nuestra fuerza
mientras caminamos hacia él y hacia los hermanos
por el penoso camino del bien mezclado con el mal.
Danos la gracia de animarnos unos a otros
y de crecer juntos más cerca de ti.
nuestro Dios Vivo, que nos has aupado
por medio de Jesucristo nuestro Señor.
Bendición
Hermanos: Hemos oído la afirmación inquietante de que pecadores célebres entrarán en el reino de Dios por delante de nosotros.
Que estas duras palabras nos despierten de nuestra engreída auto-satisfacción y nos hagan conscientes de que nuestra vida también es una mezcla de Sí y No,
y de una búsqueda sincera de hacer lo recto junto con momentos de cobardía.
Que el Señor nos dé esta sana intuición.
Y para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo,
descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre.