Liturgia Viva – Sábado de la XIII Semana del Tiempo Ordinario
LO VIEJO Y LO NUEVO
Liturgia de la Palabra
Introducción a la Primera Lectura: Gén 27,1-5.15-21
El autor de la Primera Lectura interpreta la intervención de Dios en la Historia como una opción libre para el progreso. Isaac, el labrador y pastor, aunque más joven, es preferido sobre el cazador Esaú, culturalmente inferior, a pesar de su posición preferencial investida sobre él por derecho de nacimiento. Dios escoge frecuentemente al más joven (José, David, Salomón), que puede romper más fácilmente con situaciones o derechos establecidos por delante de aquellos que intentan monopolizar a Dios y su autoridad.
Introducción al Evangelio: Mt 9,14-17
¿Podemos ser pueblo de acuerdos dudosos y de componendas? Arreglar desavenencias y hacer las paces, solucionar materias en disputa y, al menos, volverno tolerantes unos con otros, sí. Pero no componendas con el Evangelio. No cuando está en juego la renovación de la vida que constantemente se nos pide, sea personal o comunitaria. Jesús les dice a sus discípulos, y nos dice a nosotros, que estamos viviendo en tiempos mesiánicos, que somos un Pueblo nuevo, liberado y que no podemos transigir ni hacer componendas con la Salvación, con nuestra fe, con el Evangelio. El vino nuevo y reciente hay que ponerlo en su propio lugar: en pellejos nuevos.
Oración Colecta
Señor Dios nuestro:
Somos tu pueblo en marcha,
caminando hacia ti con tu Hijo Jesús
que vino para hacer todo nuevo.
Enséñanos, Señor, a aceptar el dolor
de tener que dejar atrás lo que nos es familiar.
Dasarráiganos de nuestras actitudes establecidas
y guía nuestros pasos vacilantes
hacia tu nuevo futuro en Cristo Jesús,
Hijo tuyo y Señor nuestro
por los siglos de los siglos.
Intenciones
– Por la Iglesia, para que el pueblo de Dios y sus líderes sigan los impulsos del Espíritu creador, para que sepan hablarle al pueblo de hoy con el lenguaje siempre nuevo del evangelio de Jesucristo. Oremos.
– Por los esposos y esposas, por los padres e hijos, para que se aprecien mutuamente por lo que valen, y se enriquezcan unos a otros con un amor solícito y creativo. Oremos.
– Por los artistas, poetas e inventores, para que nos revelen a nosotros el esplendor de la creación y las riquezas de vida más allá de la aparente monotonía de nuestra existencia. Oremos.
– Por esta nuestra comunidad, para que no tengamos miedo del cambio auténtico, y saquemos de Cristo el valor de iniciar, con la reforma de nosotros mismos, la transformación de nuestro mundo y de nuestra Iglesia. Oremos.
Oración sobre las Ofrendas
Señor, Dios nuestro:
Este pan y este vino
son los signos de la Nueva Alianza
que tú has sellado con nosotros
en la sangre de Jesucristo.
Que ojalá seamos de verdad tu nuevo pueblo
de la nueva y eterna Alianza.
Renueva nuestros corazones,
que seamos tu vino nuevo de alegría y esperanza,
para que podamos construir hoy
una nueva tierra
y marchar hacia adelante con tu Hijo
hacia tu nuevo cielo
donde tú serás nuestro Dios para siempre.
Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.
Oración después de la Comunión
Oh Dios de nuestro futuro:
Nos has dado a Jesús, tu Hijo,
como compañero de camino
para renovarnos
tanto a nosotros mismos como al mundo.
Que él nos empuje hacia adelante
cuando tratemos de hacer componendas
simplemente poniendo parches
aquí y allá sobre lo viejo;
que él también calme nuestra impaciencia
cuando tratamos de meter prisa
a las personas y a las cosas
por encima de su capacidad de crecimiento.
Llévanos hacia adelante
por el nuevo camino del evangelio
por medio de nuestro guía
digno de toda confianza, Jesucristo,
Hijo tuyo y Señor nuestro
que vive y reina
por los siglos de los siglos.
Bendición
Somos el nuevo pueblo de Dios, el pueblo de esta nueva Alianza. Por lo tanto tenemos que vivir la nueva vida de Jesús y hacer todo lo posible para hacer nuevo y mejor nuestro mundo: en justicia, amor y compasión. Que Dios les dé esta actitud y la fortaleza para llevarla adelante, con la bendición del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo.