Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario.
Lc 7, 31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
Mt 19,23-30. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios.