Santos Pedro Poveda Castroverde e Inocencio de la Inmaculada Canoura Arnau, presbíteros, y compañeros, mártires
Lc 14,25-33. El que no renuncia a todos sus bienes, no puede ser discípulo mío.
Mc 8, 22-26. El ciego estaba curado y veía todo con claridad.