Miércoles de la XXIV Semana del Tiempo Ordinario.
Lc 7, 31-35. Hemos tocado y no habéis bailado, hemos entonado lamentaciones, y no habéis llorado.
Mateo 19, 3-12. Por lo tercos que sois os permitió Moisés divorciaros de vuestras mujeres, pero al principio no era así