Hacer violencia en nombre de Dios
Blaise Pascal escribió una vez: “Los hombres nunca realizan el mal tan completa y alegremente como cuando lo hacen por una convicción religiosa”. ¡Qué cierto! Esto ha continuado sucediendo desde el inicio de los tiempos y está mostrando pocas señales de desaparición a corto plazo. Aún hacemos violencia y daño, y los justificamos en nombre de Dios.
Nuestra sombra y nuestro auto-entendimiento.
¿Qué se entiende cuando ciertas escuelas de psicología hoy nos previenen sobre nuestra “sombra”? ¿Qué es nuestra sombra?
Nada es realmente nuestro
Todo es don. Esto es un principio que al fin sostiene toda espiritualidad, toda moralidad y todo mandamiento. Todo es don. Nada puede ser al fin reclamado como propio nuestro. La moral genuina y la sensibilidad religiosa deberían hacernos conscientes de eso. Nada nos viene por derecho.
El sabor de la energía de Dios
Visto todo, yo creo que crecí con un concepto relativamente sano de Dios. El Dios de mi juventud, el Dios en que fui catequizado, no era indebidamente castigador, arbitrario ni crítico.
Virtud y pecado
Existe un axioma que dice: Nada se siente mejor que la virtud. Eso es muy cierto, pero tiene su contrapartida. Cuando obramos el bien, nos sentimos bien con nosotros mismos. En verdad, la virtud es su propia recompensa, y eso es bueno. Sin embargo, de sentirse virtuoso, pronto se puede pasar a sentirse farisaico. Nada se siente mejor que la virtud; pero el fariseísmo también se siente bastante bueno.
De ganadores y perdedores
Nuestra sociedad tiende a dividirnos en ganadores y perdedores. Desgraciadamente, no reflexionamos con frecuencia sobre la manera como afecta esto a nuestras relaciones mutuas ni lo que significa para nosotros como cristianos.
Lo que no hemos acertado sobre el sexo
Hace varios años, en el espacio de preguntas y respuestas después de una conferencia pública, un joven más bien descontento me hizo una pregunta que llevaba un poco de intención: “Parece que Vd. escribe mucho sobre sexo”, dijo. “¿Tiene un problema particular con él?”
Pero ¿dónde están los otros?
La mayoría de nosotros hemos sido educados para creer que tenemos el derecho a poseer todo lo que nos viene honradamente, tanto por nuestro propio trabajo como por legítima herencia. Sin importar lo cuantiosa que pueda ser la riqueza, es nuestra, con tal de que no defraudemos a ninguno a lo largo del camino.
Nuestra lucha por la celebración adecuada
No sabemos celebrar las cosas como deben ser celebradas. Queremos hacerlo, pero por lo común no sabemos cómo. Generalmente lo celebramos mal. ¿Cómo lo celebramos de ordinario? Exagerando las cosas; realizando muchas de las cosas que hacemos ordinariamente: bebiendo, comiendo, conversando, cantando y divirtiendo, y llevando esto a la exageración.
Lecciones a causa del fracaso
¿Qué hay que aprender de nuestro fracaso, de ser humillados a causa de nuestras propias culpas? Generalmente, esa es la única manera como crecemos. Al ser humillados por nuestras propias insuficiencias, aprendemos esas lecciones de la vida a las que somos sordos nos cuando pavoneamos llenos de seguridad y orgullo.
Evangelio Seglar para el Domingo 2º de Cuaresma (17 de marzo de 2019)
Distintos laicos hacen una breve sugerencia para la vida seglar. Cada uno contempla el Evangelio desde una dimensión de la vida laical.