Despertando al Cristo-Niño
En la encarnación, en Navidad, Dios no entra en el mundo como un super-héroe que llega desplegando un gran poder y que erradica todos los males, de modo que lo único que tenemos que hacer es mirar, observar, gozar del espectáculo y quedarnos satisfechos ya que el mal llevó su merecido.
Orar – Para Ver la Gloria de Dios en la Humanidad
La familiaridad engendra desdén. También bloquea el misterio de Navidad, ya que genera una percepción de la vida que no permite ver la divinidad dentro de la humanidad.
Oración – Buscando Orientación por Parte de Dios
Todos nosotros, en diferentes momentos de nuestra vida, nos encontramos solos, perdidos, perplejos, y tentados de despistarnos por un camino que no nos conducirá a la vida. En tales momentos necesitamos acercarnos a Dios con una oración decididamente honesta, franca y humilde.
Orando para no desfallecer
Una de las razones por las que necesitamos orar es para no desalentarnos, para no desfallecer. A todos nosotros nos ocurre esto, a veces. Nos desalentamos siempre que la frustración, el cansancio, el miedo y la impotencia ante las humillaciones de la vida conspiran juntas para paralizar nuestras energías, reducen nuestra resistencia, drenan nuestro valor y nos llevan a sentirnos débiles inmersos en la depresión.
Oración: buscando profundidad
En nuestros momentos de mayor reflexión sentimos la importancia de la oración; sin embargo, tenemos que luchar para orar. No nos resulta nada fácil una oración sostenida y profunda. ¿Por qué?
Empatía hacia el Mundo
Hay una historia, más leyenda quizás que hecho real, sobre un alcalde de una gran ciudad americana, al final de los 60. No era tiempo precisamente afortunado para su ciudad: Enfrentaba bancarrota financiera, los índices de criminalidad escalaban en espiral, su sistema de transporte público ya no era seguro por la noche…
Dos iglesias, dos lugares sagrados, dos luchas
Dios nos ha dado dos iglesias; una se encuentra en cualquier lugar, y la otra, en lugares escogidos. Algunos de nosotros preferimos una de estas y luchamos con la otra, pero ambas son lugares sagrados donde Dios puede ser encontrado y adorado.
Se reduce el número de personas que acude a la iglesia. ¿A quién culpar?
No es ningún secreto que hoy día ha habido una masiva caída en la asistencia a la iglesia. Por otra parte, esa caída no corre pareja con el mismo difundido aumento en ateísmo y agnosticismo. Al contrario, más y más gente afirma ser espiritual pero no religiosa, llenos de fe pero no asistentes a la iglesia. ¿Por qué se da este éxodo de nuestras iglesias?
El combate espiritual
La literatura espiritual ha destacado siempre la primordial lucha entre el bien y el mal, y esto ha sido entendido generalmente como una guerra, una batalla espiritual. Así, como cristianos, nos han advertido de que debemos estar vigilantes contra los poderes de Satanás y otras varias fuerzas del mal.
Cargar con nuestra cruz
Entre las muchas enseñanzas de Jesús, encontramos esta invitación que nos parece más bien dura: El que quiera ser discípulo mío debe negarse a sí mismo, cargar con su cruz diariamente y seguirme. El que encuentre su vida la perderá, y el que pierda su vida por mi causa la encontrará.
Tres clases de espiritualidades
Todos nosotros luchamos, y luchamos de tres modos. Primero, a veces luchamos simplemente para mantenernos, para permanecer sanos, estables y normales, para no caer a pedazos, para no tener nuestras vidas desatadas en el caos y en la depresión. Cuesta un verdadero esfuerzo mantener nuestra normal salud, estabilidad y felicidad.