Formas de vida

Home arrow_carrot 2right icon Formas de vida
Carta a mi Obispo Antonio María Rouco

Carta a mi Obispo Antonio María Rouco

Muy Sr. mío: Con el corazón de pascua, pero algo agitada porque últimamente mis amigos ateos están muy interesados en los “ecos de sociedad” de mi iglesia y también porque, como usted, ando preocupada por la marcha de nuestra familia religiosa, le compart

Conocerse a sí mismo. ¿Una solución o problema?

Conocerse a sí mismo. ¿Una solución o problema?

Nuestro centro verdadero no somos nosotros, sino Dios o, más exactamente, Jesucristo. Y sólo estando ‘centrados’ en él, está de verdad ‘centrada’ toda nuestra persona y toda nuestra existencia.

El fulgor de la vida cotidiana.

El fulgor de la vida cotidiana.

La espiritualidad no se aprende en los libros sino que se elabora en el vivir cotidiano hecho, aparentemente, de monótonas rutinas, de contactos breves, en los que muchas veces funcionamos más que vivimos.

Sobre la parroquia de Entrevías. Ni tan roja ni tan evangélica.

Sobre la parroquia de Entrevías. Ni tan roja ni tan evangélica.

Me ha producido una profunda tristeza ver a Enrique de Castro, un referente fundamental en el compromiso social con los más pobres de la diócesis de Madrid, prestarse en un programa de TV (los Desayunos de TVE) al juego de unos periodistas que jugaban en

Todos somos ‘condiscípulos’

Todos somos ‘condiscípulos’

El seguidor de Cristo es y debe ser un perpetuo discípulo, un aprendiz, alguien que permanece en todo momento a la escucha del Maestro.

¿Para qué la espiritualidad?

¿Para qué la espiritualidad?

Durante algún tiempo la espiritualidad ha estado reservada a los «profesionales» de la religión. Tenía que ver con la búsqueda de la perfección. Actualmente está adquiriendo un sentido más amplio y realista. Son espirituales las personas que viven con sen

Mi mejor regalo eres tú

Mi mejor regalo eres tú

¿Lo has escuchado alguna vez? ¿Quién te lo ha dicho? ¿Te lo
has creído de verdad? ¿Cómo te has sentido y te sientes ante ello?

La tierra buena de la amistad (I)

La tierra buena de la amistad (I)

Mis manos no han estado solas, han encontrado calor y abrigo, fortaleza y cariño. Se han sentido acompañadas, ayudadas, guiadas por otras manos.

Iniciación cristiana.

Iniciación cristiana.

Todo grupo humano somete a sus «candidatos» a una «iniciación» o «aprendizaje».