Sobre Dios
Dios no juzga, sólo salva. Él se anda siempre por los andamios del hilo débil de cualquiera de sus hijos, sobre todo de sus hijos más pobres. Él no se parece al dios en que pensamos tantas veces.
VIVIR EN EL PADRE
La caridad es el signo de una vida desvivida en honor al Padre. Porque no habría hermanos si no hubiera Padre.
Hombres así
No quiero echaros nada en cara; no quiero herir más a los que ya estáis heridos. Algún día escribiréis algún poema, leeréis libros y el domingo se introducirá en vuestro calendario.
Espiritualidad y respeto de la diversidad
Recién llegado de África, nos envía el autor esta Conferencia pronunciada en el II Foro Mundial de Teología y Liberación celebrado en Nairobi (Kenya), del 16 al 19 de enero de 2007 que dedica a los niños de Kibera.
Eucaristía en lejanía
El mismo Dios del mensaje que les llevo, aparece tímido para no golpearlos más con lecciones o teorías: el Dios de ningún desarrollo, sino el de la vida; solamente de eso: de la vida, de los hombres.
Todo lo que amo
Amo esos ojos desnutridos y tantos pies descalzos que me han enseñado a descalzar los míos. Una iglesia, unos pueblos de alma al descubierto que intentan experimentar en sus vidas el don de la Verdad que es el Evangelio.
El calvario de las infidelidades.
A muchas personas se les ha endurecido tanto el corazón que casi han perdido la sensibilidad para obrar el bien y no tienen fuerzas para emprender un camino de vuelta a la verdadera libertad, al amor primero.
Seguimiento
Seguir a Jesús significa entrar en el Reino que él proclama e inaugura y ligarse a su destino.
La ambición en la vida religiosa: el vicio más ‘envivionero’
Cuando no se está centrado en lo esencial, la ambición puede llegar a extremos no sólo perniciosos, sino también ridículos y hasta grotescos.
Contemplar: Un quehacer cotidiano
Lo original del cristiano no es el compromiso, ni la acción en favor de los demás, sino la experiencia de fe que hacemos en la vida y en el compromiso transformador y apostólico con los demás.
El calvario de las aguas: A merced de las inundaciones.
De nuevo las personas se quedan sin defensa, a la intemperie, sólo con lo puesto y con la tristeza de tener que emigrar a otra zona.