Yo ví llorar a Dios
De vez en cuando Europa está de luto… muy triste. En miles de hogares hay personas que lloran desconsoladas porque han perdido a quien amaban. ¿Por qué maldición ha de interrumpirse así el derecho a vivir de tantas y tantas personas? ¿Qué demonio está apoderándose de nuestra humanidad en este tiempo atroz?
La «Vocación dual»
En el lenguaje eclesiástico hemos olvidado frecuentemente que la esponsalidad y la paternidad o maternidad, el matrimonio, son una auténtica “vocación” humana y cristiana. La reivindicación de su carácter vocacional no deriva del deseo de una cierta “democratización” de la santidad, sino más bien del proyecto de Dios.
El elogio de la creatividad
Nos falta capacidad innovadora y creativa. Tendemos a repetirnos hasta la saciedad: los mismos tópicos y recursos, las mismas ideas y automatismos. Y cuando llega alguna novedad, se trata de una adaptación meramente superficial –¡puro maquillaje!-. Por eso, da la impresión de que llevamos siglos diciendo y haciendo las mismas cosas. La sensación de aburrimiento se apodera de nosotros.
Babel y Pentecostés
Vivimos en la sociedad de la información. Estamos “enredados” en múltiples redes sociales. Transmitimos muchos mensajes. Recibimos muchos mensajes. Resulta sorprendente y patética la imagen de un grupo de personas sentadas alrededor de una mesa y cada uno comunicándose a distancia mediante el móvil. Vivimos inundados de información, tanta que es imposible de digerir mínimamente. Además se trata de informaciones parcializadas, interesadas; nos trasmiten visiones subjetivas de la realidad.
Matrimonio cristiano: profecía en la sociedad líquida
Es reconocida por todos hoy la importancia de la familia en la misión evangelizadora como parte del Pueblo de Dios, y en la construcción del reino (LG, 34). La familia es fuerza de evangelización, santuario de la vida, don de Dios (Ecclesia in America, n. 46).
¿Donde están los religiosos está la alegría? “La tristeza es la polilla del alma”
La sociedad en la que estamos viviendo no es feliz. Expresión de ello es la indignación de quienes tratan de representar el “sentir de la gente” en los medios de comunicación (artículos, tertulias, entrevistas, manifiestos de partidos políticos). Peor es todavía echar una mirada al Parlamento, escenario del malhumor. ¡Cuánta tristeza, indignación circula por las bancada!
Celebrar 50 años de matrimonio
Siempre te he dicho que tú eras mi meta, que amarte era lo que más deseaba en mi vida, que hacerte feliz era lo máximo a lo que aspiraba. Y sigue siendo así pues no concibo mi vida sin ti, así que, por favor, vive muchos años por ti y también por mí…
Para siempre y nunca jamás
El día de la boda es una meta. Requiere una celebración espectacular. Y compartida. Se lleva preparando vitalmente durante un tiempo más o menos largo. El proceso de enamoramiento y encuentro personal ha ido haciendo crecer una presencia mutua. Es un proceso de unión en las aficiones, en las aspiraciones, en los valores fundamentales.
Matrimonio, exclusivo e inclusivo
El matrimonio se define tradicionalmente como relación fiel y exclusiva de un hombre y una mujer. La exclusividad, de uno con una, se opone a la poligamia y a la poliandria. Es una característica que califica la intimidad, la totalidad, la definitividad del amor conyugal.
Signo de salvación: el matrimonio
Cada día nos llegan noticias sobre el matrimonio a través de distintos medios y procedentes de distintas fuentes. Las noticias que más abundan son las de la beautiful people. Están en todos los saraos del cine, de algunos programas de televisión.
Matrimonio, exclusivo e inclusivo
El matrimonio se define tradicionalmente como relación fiel y exclusiva de un hombre y una mujer. La exclusividad, de uno con una, se opone a la poligamia y a la poliandria. Es una característica que califica la intimidad, la totalidad, la definitividad del amor conyugal.