La parábola sobre los talentos
Las palabras del Evangelio sobre los talentos han hecho mella en el que suscribe. Esto es la verdadera motivación que alimenta mi compromiso como jubilado y como cristiano.
Hemos reproducido la vida de las primeras comunidades cristianas
Testimonio de Gervasio Sánchez, Delegado de la Palabra, vecino de S. Francisco de Yojoa.
DE MEDELLIN A HOY
¡Medellín! ¡Tan cerca para algunos, tan lejos para la gran mayoría! Pues, en 40 años América Latina ha cambiado y la Iglesia también ha cambiado, tal vez más que la misma sociedad. Muchos ni se acuerdan de Medellín.
Amada por los enfermos
Testimonio de Nelly Limas, catequista y responsable de la Pastoral de la salud en la comunidad de San Francisco de Yojoa. Mi experiencia de la misión, junto con la de mi esposo Víctor, Delegado de la Palabra, ha sido de un crecimiento humano y espiritual
La misión de los laicos mayores
La misión evangelizadora es de todos los cristianos y de todas las edades. Cada etapa de la vida tiene sus dones que aportar a la construcción del Reino de Dios. Las personas jubiladas tienen nuevas posibilidades de compromiso voluntario.
LA PRAXIS DE LA VIDA COMUNITARIA
La praxis de la vida comunitaria consiste en ir entretejiendo, sin desfallecimiento y sin descanso, una red de relaciones interpersonales, cada día más profundas, que mantengan a las personas en mutua abertura y en mutua comunión.
La riqueza del cristiano (III)
Es posible que nuestra vida, pese a nuestro voto de pobreza, se muestre titubeante: ¿a qué altar acudir?
Blaise Pascal (1623 – 1662)
Hay que conocer a los hombres y las cosas humanas para amarlos. Hay que amar a Dios y las cosas divinas para conocerlos.
Ser felices amándonos
Parece que hoy día el concepto de matrimonio estuviera en desuso en los países que conocemos como desarrollados.
Nota final
La Vida ha vencido. Y nosotros también. Todos nos hemos enriquecido. Todos hemos ganado en humanidad y en comunión.
La riqueza del cristiano (II)
Nadie nos debe nada.La contabilidad más adecuada consiste en cancelar toda deuda, como Dios ha perdonado nuestra deuda.