Ocho características del sacramento del matrimonio
El matrimonio es un proceso de relación de amor entre un hombre y una mujer. Su inicio y su trayectoria variarán en cada caso. En cuanto es un proceso de dos personas libres, el final no está predeterminado. El enlace sitúa ya en la dinámica de crecimiento.
El “-arte” de amar
Cuando digo que te amo, ¿qué quiero decir? ¿Qué relación expreso con esa palabra sagrada? ¿Qué sale de mí? ¿Cómo te veo, cuando te miro con ojos de amor? ¿Qué tipo de compromiso en la relación expresa cada cónyuge cuando dice que ama al otro?
Música de Resurrección
La resurrección de Jesús suscita un grito de alegría: ¡Ha resucitado el Señor, aleluya! La comunidad cristiana que nace de la resurrección es una comunidad gozosa. Se la compara con una orquesta; también se la compara con un coro de muchas distintas voces; la imagen de la armonía expresa las relaciones positivas y constructivas.
Cultura de lo provisional y relación conyugal
Todo cambia. Todo es provisional. No podemos embarcarnos en decisiones que comprometen nuestro futuro. La vida da muchas vueltas. El futuro no está en nuestras manos, es impredecible. Está lleno de sorpresas, en cuanto al trabajo, la salud, las familias, las relaciones personales. Se suele expresar en la exclamación: Nunca pude imaginar que estas personas llegaran a hacer tal y tal cosa.
Juventud y Vida Consagrada y ministerial: Reflexiones ante el próximo sínodo
Con motivo del próximo Sínodo sobre los Jóvenes del siglo XXI deseo, ante todo, tratar de hacerme cargo de quiénes son, cómo viven, qué posibilidades hay en ellos y ellas de acceso a la experiencia religiosa. Más todavía, intento reflexionar sobre ese fenómeno -que a tantos desalienta- de las aparentemente pocas posibilidades de que la juventud siga de forma coherente el camino del Evangelio y más específicamente el camino de la vida consagrada o de la vida ministerial-sacerdotal, como su propio camino vocacional. Hay quienes se alarman ante el despego que no pocos jóvenes de nuestro tiempo muestran hacia la religión, hacia la iglesia, sus instituciones y su moral.
El matrimonio, “estructura de gracia”
El ser humano nace de una relación. Está diseñado para vivir en relación. Sin relaciones filiales no podría existir. El cerebro humano es social y relacional. La necesidad y capacidad básica de los seres humanos es la de recibir y dar amor.
¡Empequeñecer al otro! Pasar del desprecio al aprecio
Creo que Stuart Mill fue quien dijo: “un estado que empequeñece a sus hombres, para que puedan ser más dóciles en sus manos, hallará que con hombres pequeños ninguna cosa grande puede ser realizada”. Hoy podríamos decirlo de otra manera; tal vez, con más acritud. La sociedad que empequeñece a sus hombres, nunca realizará obras grandes.
Matrimonio, profecía en acción
El matrimonio es relación de amor apasionado y creativo para toda la vida entre un hombre y una mujer. Los matrimonios que viven este proyecto de vida son profetas en acción. Lo son porque les ha acontecido una revelación: la pasión del amor matrimonial en el cual se revela lo mejor de sí mismos y de Dios.
¡Somos seres espirituales! ¿Nos damos cuenta?
Solo una persona con ojos puede ver los colores. Solo una persona con oídos puede disfrutar de los sonidos. Solo una persona con espiritualidad -con una visión espiritual despierta- puede descubrir el universo y todas las cosas en él como un “juego divino”.
Cónyuges espirituales
Es patente que se necesita desarrollar una propuesta cercana e inductiva del camino espiritual de los cónyuges. Tiene que ver con la biografía personal, con la biografía conyugal. La espiritualidad va pegada a la vida de cada uno.Se es espiritual en la forma de vivir la relación en la agenda de la vida cotidiana.
Crecer en el amor conyugal
El amor matrimonial se configura en un proyecto de vida. Nace del encantamiento y la pasión que lleva al encuentro y conocimiento personal. La experiencia del encuentro saca de la soledad, singulariza a partir de la pandilla y de la familia. Cada uno llega a ser único para el otro. La vida personal, sin la compañía del otro, ha perdido interés. Es incomprensible.