22. Convertirse en espacio
El fondo del hombre está obstando por su ego. Este es el obstáculo, la espesa colgadura o cortina que oculta en él la Presencia divina.
21. La interioridad como camino
El hombre, la mujer de hoy, fallan en gran medida, al diseñar lo que significa y es una verdadera ‘realización’. En este caso, tampoco se sabe a dónde hay que orientarse. Hay una tercera dificultad, incluso entre personas que tienen relativamente claros l
Quien me ve a mí, ve al Padre
Ea, hombrecillo, deja un momento tus ocupaciones habituales. Entra un instante en ti mismo, lejos del tumulto de tus pensamientos. Arroja fuera de ti las preocupaciones agobiantes. Aparta de ti tus inquietudes trabajosas. Dedícate algún rato a Dios y desc
Lo que María guardaba en su corazón
Gracias por haber sido una mujer libre y liberada, la mujer más libre y liberada de toda la historia.
María y las seis mujeres
¡Qué extraño suceso dentro de la historia de la salvación es éste: Se prescinde por primera vez del varón y recae todo el protagonismo sobre la mujer!
Y líbranos del malo
A través de esta petición le insistimos a Dios que no nos deje en una situación amenazadora y que nos arranque del poder del Mal que se desata sobre el mundo.
Pablo, el evangelizador perseguido (2)
Pablo es perseguido por predicar el escándalo de la cruz, no por predicar la obligatoriedad de la circuncisión.
María, en la experiencia mística.
Mística evoca espiritualidad, transcendencia, honda energía, inspiración del Espíritu, profundidad.
Pablo, el evangelizador perseguido (1)
Figura impregnada y determinada por el evangelio que, de forma clara o solapada, se halla siempre bajo el signo de la persecución.
Llamados a vivir en comunidad
Para Pablo no sería legítima una afirmación de la exclusividad salvífica de Cristo Jesús, centro del evangelio y experiencia básica del creyente, que no comporte la afirmación de su vivencia en común: optar por el evangelio de la justificación impone o
MARÍA EN LA LITURGIA DE LA IGLESIA
Desde los orígenes, la Iglesia ha estado convencida de que lo que oramos o celebramos y lo que creemos como verdades de nuestra fe, son inseparables. Por otro lado, la presencia de María en la vida de la Iglesia ha sido continua; ya las primeras comuni