
20. El problema, la interioridad
La interioridad está relacionada con la persona misma de Jesús, hombre perfecto: de lo que se trata es de ‘transformarse en imagen de Jesucristo’

Me gustas cuando ríes (poema-plegaria)
Palabras que María podría dirigir a su Hijo-Niño, cuando lo tiene en brazos.

Hacerse como niños, acoger a los niños
De la proximidad existencial al Jesús niño y al empequeñecimiento de Dios, brotará amor a la niñez y a cada niño. Un tal amor será anticipo de aquella felicidad en la que entró por siempre Jesucristo. El mismo nos lo sigue recordando: «Quien acoge a un ni

El Espíritu vino sobre María
El Espíritu vino sobre María, y todos los hombres descubrimos la humanidad y la jovialidad de nuestro Dios.

La pareja del nuevo Génesis: María y José
María por sí sola puede no ser madre. Su misma virginidad es incapaz de ello. Sólo la actuación creadora del Espíritu, la hace posible.

El Hijo del Hombre es Señor también del sábado
El verdadero creyente es el pobre, el que reconociendo la propia limitación ha situado el centro de su existencia fuera de sí.
Gracias María.
Te doy gracias, María, por ser una mujer.
Gracias por haber sido mujer como mi madre,
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María, fiel a la palabra de Dios
«Mi madre y mis hermanos son aquellos que oyen la Palabra de Dios y la cumplen" (Lc 8,21)
«Ya no os llamo, siervos, sois mis amigos»
Era tal el aprecio de los judíos por la Ley que los rabinos del siglo III llegaron al extremo de afirmar que en el cielo había una escuela para estudiarla y el mismo Dios dedicaba tres horas diarias a esa tarea. Sin embargo, la palabra «ley» (desde el dec
En defensa de la verdad del Evangelio.
El evangelio fue para Pablo causa de innumerables sinsabores, la mayoría de los cuales los podemos sólo imaginar.
Dios me manifestó a su Hijo para que lo anuncie.
No es posible hablar de la primera gran difusión del evangelio sin prestar atención a los afanes y correrías evangelizadoras de Pablo de Tarso.