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Maternidad virginal

Maternidad virginal

Hoy nos detenemos en el aspecto de la virginidad. Quedó apuntado en el otro número que el apelativo “la Vir­gen” está muy difundido. Y lo ha esta­do siempre.

Reina de la Familia

Reina de la Familia

El Papa Juan Pablo II, recientemente canonizado, aprobó un Decreto de la Congregación para el culto divino, que incluye, de manera oficial para toda la Iglesia la invocación “Reina de la Familia” en la letanía Lauretana.

Detener el tiempo

Detener el tiempo

Hay que liberarse del sentido del tiempo, más bien de la sensación del tiempo y de la prisa, que lo acelera o lo retrasa. Y todo con un propósito más allá de una mera elaboración psicológica. Lo queremos hacer para estar con Dios, sin prisa y sin angustia.

Detrás de tu locura

Detrás de tu locura

Muchos pseudos-aspirantes únicamente parecen felices, no cuando están bien, sino cuando no advierten lo mal que están. Comentando al escritor Katka, un crítico literario afirmaba que Katka hablaba con la locura.

María, la mujer creyente

María, la mujer creyente

De distintos santos se ha dicho que eran dignos de admirar por sus asombro­sas proezas ascéticas, pero imposibles de imitar. El Concilio enseña que la santidad de María fue, ya desde el primer instante, enteramente singular (LG 56), y añaden que fue una santidad arcana, profunda (nº 64); pero los Padres sinodales se cui­daron mucho de declarar que María es in­imitable.

Síentate y no hagas nada

Síentate y no hagas nada

Cuando alguien, decidido a recorrer el ‘camino’ de la interioridad, pregunta: ¿Qué tengo que hacer?, seguramente no espera algo tan desconcertante co­mo: ‘Siéntate y no hagas nada ‘.

María en el anglicanismo: gracia y esperanza en Cristo

María en el anglicanismo: gracia y esperanza en Cristo

Cerca de la costa este británica y a pocos kilómetros de la ciudad inglesa de Norwich, en la zona conocida como East Anglia, se encuentra el santuario de Nuestra Señora de Walsingham. Lo curioso de este lugar emblemático, con dos templos, es que hasta allí confluyen peregrinaciones de católicos y anglica­nos para venerar a la Virgen María.

Un cuerpo iniciático

Un cuerpo iniciático

¡Comienza por tu cuerpo! ¡Buen consejo…!, aunque entiendo que puede ser el colmo para personas que viven ‘desencarnadas’. Cambiar el modelo de nuestro pensar el cuerpo puede ser oportuno; puede facilitar una inteligente pedagogía de recuperación. Dios nos quiere enteros, en cuerpo y alma (1 Ts 5,23; GS 3).

La Vírgen María junto a la cruz del Señor

La Vírgen María junto a la cruz del Señor

El 18 de febrero de este año 2015 comenzaba el itinerario cuaresmal. Avanzamos en él como Jesús avanzaba camino de Jerusalén. Deseamos que, en las jornadas de esta vía, nos acompañe la maestra de dolores, la mujer fuerte, la compañera del Redentor, la que cooperó a nuestra vida.

María, zarza ardiente

María, zarza ardiente

Serguei Bulgakov, quizá el mayor teólogo ruso, ha escrito: “La Iglesia Or­todoxa venera a la Virgen María como «más digna de honor que los querubi­nes y mucho más gloriosa, sin paran­gón, que los serafines». El amor y la ve­neración de la Madre de Dios es el al­ma de la piedad ortodoxa, su corazón, que da calor y viviñca a todo el cuerpo”.

En el aire de Dios

En el aire de Dios

Desde que el Concilio Vaticano II enumeró los ám¬bitos de nuestra educación cristiana, -coinciden con los ámbitos de nuestra salvación-, la manera de en¬tender y conducir la pedagogía hacia la interioridad, ha de cambiar.