Grandes relatos (II Viernes de Cuaresma)
Para la comprensión de los textos bíblicos, ayuda mucho conocer la relación interna que se da entre distintos pasajes y comprobar cómo narraciones del Antiguo Testamento adquieren su sentido pleno a la luz del Nuevo Testamento.
Bienaventuranzas (II Jueves de Cuaresma)
En una lectura creyente, cabe buscar los pasajes bíblicos en los que se anuncia un motivo de felicidad y de dicha. Conocemos el Discurso del Monte que refiere el evangelio de Mateo, en el que se desgranan las bienaventuranzas. Sin embargo, a lo largo de los textos sagrados, también se encuentran otros fragmentos en los se revelan motivos para alcanzar la alegría del corazón, en esta vida y en la eterna.
Ante los agravios y celos (II Miércoles de Cuaresma)
Es evidente el clima de tensión que se vive en el pasaje profético de Jeremías -“Señor, hazme caso, oye cómo me acusan” (Jr 18, 20)-, al igual que en el Evangelio – , -«Mirad, estamos subiendo a Jerusalén, y el Hijo del hombre va a ser entregado a los sumos sacerdotes y a los escribas, y lo condenarán a muerte y lo entregarán a los gentiles, para que se burlen de él, lo azoten y lo crucifiquen; y al tercer día resucitará.» (Mt 20,19).
La corrección (II Martes de Cuaresma)
Hay muchas formas de corregir; por ejemplo, la de quienes agrandan los defectos del otro para camuflar los propios, y la de quien, de manera comprensiva, alienta y pone en verdad, sin juicio ni condena.
Los patriarcas de la fe (II Domingo de Cuaresma)
La vida diaria se puede iluminar con la luz de la Palabra, y es posible que cada vez descubramos aspectos muy diferentes de los que hemos captado en otros momentos.
Promesa divina (I Sábado de Cuaresma)
¿Qué es más, que tú te comprometas con Dios, o que Dios se comprometa contigo? Sin duda que Dios se comprometa, porque Él es fiel y cumple su palabra. Puede parecer que Él queda hipotecado a la fidelidad humana, pero una vez que se compromete, no se retracta.
La belleza (9 de diciembre)
Dios Creador, Alfarero divino, si al hacer al hombre te entretuviste como artesano y plasmaste en nuestro barro el destello de tu semblante; si enamorado de la obra salida de tus dos manos, como diría san Ireneo, nos infundiste el soplo de tu Espíritu; …
El descanso (8 de diciembre)
Nuestra sociedad se caracteriza por la prisa, el activismo, la productividad, el afán de novedad, por el deseo de nuevas noticias y de últimos productos. Lo efímero, el consumismo, lo desechable, el deseo de la sensación inmediata se imponen, y se sufre ansiedad, estrés, agotamiento, fatiga, desencanto, escepticismo, desesperanza…
“Consolad, consolad” (7 de diciembre)
A veces me parece que la exhortación del profeta puede sonar a sentimiento blando, procedente de un buenismo compasivo, sin realismo. Y, sin embargo, siento la llamada al ministerio de la escucha, del acompañamiento entrañable, del que el papa Francisco me ha hecho mensajero…
El desierto (6 de diciembre)
El desierto se nos representa como tierra yerma, sin agua, estéril, donde acampa la desolación, la desesperanza, la tentación, la sed, y surge el vértigo de la soledad, y hasta el mal deseo de aniquilarse.
La Misericordia (5 de diciembre)
Acabamos de clausurar las celebraciones del Año Santo Jubilar de la Misericordia. El Adviento nos invita, de nuevo, a la acogida del mayor signo de misericordia divina. “Por la entrañable misericordia de nuestro Dios nos visitará el Sol que nace de lo alto”.